En marzo se anotó un superávit comercial de 43 millones de dólares, con una merma interanual del 32,8 por ciento, al tiempo que computó en el trimestre 168 millones de dólares, con un alza del 7,7 por ciento respecto de igual período de 2014. Así lo informó ayer el Indec. Las exportaciones el mes pasado avanzaron en todos los rubros, con la excepción de combustibles, mientras que las importaciones registraron subas en bienes de capital y vehículos terrestres, lo cual marca la mejor performance del movimiento económico en el mercado interno. Las ventas del complejo agropecuario anotaron un fuerte dinamismo, concentradas en los despachos de cereales y oleagionosas. La suba de la compra de bienes para la industria, uno de los sectores de la economía que genera el mayor déficit comercial, requiere observar que los empresarios manufactureros accedieron a la compra de divisas productivas. El ministro de Economía, Axel Kicillof, empleó el argumento este lunes para señalar que no existe “cepo”, sino un sistema de administración cambiaria.

Las exportaciones anotaron 5037 millones de dólares en marzo, con una baja de 4 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. Esta situación se explicó por la baja del 61 por ciento en las ventas de energía y combustible al resto del mundo. A diferencia de este desempeño, el resto de los bloques de exportación anotó una expansión. Los productos primarios sumaron 1038 millones de dólares, con un alza del 7 por ciento, mientras que las manufacturas de origen industrial anotaron 1743 millones de dólares, con un incremento del 4 por ciento, y las manufacturas de origen industrial se ubicaron en 2024 millones de dólares, con un aumento del uno por ciento interanual.

En el detalle por productos de exportación, se registró que las exportaciones de cereales avanzaron 45 por ciento en marzo respecto del mismo mes del año pasado, mientras que los despachos de semillas y frutos oleaginosos (soja) se incrementaron 10 por ciento. Otro dato notable fue que las ventas de autos al mercado brasileño sumaron 660 millones de dólares, con un incremento del 2 por ciento interanual. La suba no es menor si se tiene en cuenta que el sector acumuló en lo que va del año una contracción del 32 por ciento, por el proceso de recesión evidenciado en el mercado brasileño. Las negociaciones bilaterales del equipo económico con funcionarios de Brasil fueron clave para recuperar algo de dinamismo en el sector.

Las importaciones registraron 4994 millones de dólares el mes pasado, con una contracción del 4 por ciento. El sector de combustible y lubricante anotó una de las mayores caídas, al retroceder 54 por ciento, por la caída del precio internacional de los hidrocarburos y por las menores necesidades de energía (las compras se concentran en los meses de invierno). El bloque de piezas y accesorios también anotó una merma. En cuanto al resto de los rubros de importación, bienes de capital (maquinaria para la industria) ascendió a 1090 millones de dólares, una suba del 37 por ciento, mientras que bienes intermedios (insumos) anotaron 1531 millones de dólares, un avance de 2 por ciento y vehículos automotores de pasajeros registró 562 millones de dólares, para crecer 15 por ciento interanual.

Los datos anteriores muestran que hubo una fuerte compra de productos para la industria, un elemento que contrasta con el argumento del establishment acerca de que la economía local aplica “un cepo” que afecta no sólo al ahorrista sino a los establecimientos productivos por el freno en las importaciones de máquinas e insumos. Desde la consultora Diagnóstico y Perspectiva aportaron otro elemento al debate. “Las importaciones en 2014 se ubicaron en 65 mil millones de dólares, mientras que el mercado interno se movió en niveles de actividad similares a los de 2011, cuando los despachos eran de alrededor de 74 mil millones (y no había control para la compra de dólares comerciales ni financieros). ¿Qué implican estas cifras? Que el año pasado se autorizaron el 90 por ciento de las importaciones respecto de las de 2011, con una economía que tuvo el mismo nivel de consumo. Por lo tanto, hablar de un ‘cepo importador’ por 10 por ciento de las compras que pudieron haber tenido algún problema para ingresar no es racional”.