La actividad de la construcción creció en marzo 6,9 por ciento en la comparación anual, informó ayer el Indec, y acumula en el primer trimestre un alza de 5,3 por ciento. La mejora estuvo impulsada por el avance de las obras de infraestructura y de las construcciones petroleras, ambas muy ligadas a la inversión pública, y la construcción de viviendas. En cambio, la superficie autorizada para la edificación para obras privadas cayó en marzo un 2,5 por ciento y en lo que va del año registra una baja de 1,8 por ciento. El dato positivo del crecimiento de la actividad fue adelantado hace unos días por el secretario de Obras Públicas, José López.

Durante los primeros meses del año la construcción muestra un comportamiento muy diferente del que registraba a esta altura del año pasado. En todo 2014 anotó una caída de 0,4 por ciento contra 2013. Ese valor se redondeó después de un mal arranque del año, con caídas que hasta julio acumularon un 2,3 por ciento. Durante el segundo semestre la actividad repuntó, tendencia que se profundizó a comienzos de 2015. Ese desempeño se explica por dos factores. En primer lugar, se trata de una actividad muy ligada a la evolución de las expectativas. Por eso, la devaluación de comienzos de 2014 tuvo un impacto negativo, en la medida en que los inversores aumentaron su nivel de incertidumbre. Cuando el clima económico en general se acomodó, también mejoró la construcción. Por otro lado, “el ladrillo” es uno de los principales destinos del excedente económico. Entonces, cuando la actividad mejora, también lo hacen las ganancias y, de la mano, la construcción.

En marzo, el insumo que tuvo mejor rendimiento fue pinturas para construcción, con el 27,1 por ciento, seguido por ladrillos huecos (13,3) y cemento portland (7,7). En cambio, mostraron caídas pisos y revestimientos cerámicos (1,6), asfalto (8,4) y hierro redondo para hormigón (9,7). En el primer trimestre, el insumo cuyas ventas más crecieron fue también pinturas para la construcción, con un 16,7 por ciento.

En cuanto al tipo de obra, las construcciones petroleras lideraron el sector, con un avance de 17,6 por ciento. En este punto juega un papel importante la inversión de YPF, a través de la cual el Gobierno busca recuperar el autoabastecimiento energético. En segundo lugar quedó la construcción de viviendas, con una suba del 9,8 por ciento. La actividad privada como canal para invertir las ganancias en pesos junto al efecto de los créditos del programa de crédito hipotecario Pro.Cre.Ar fueron los móviles de ese segmento del mercado. En tercer lugar quedaron otras obras de infraestructura (5,1 por ciento), en donde la actividad estatal es determinante. Por último, las obras viales bajaron 1 por ciento.

La autorización para las obras privadas ofrece indicios sobre el sendero de la actividad privada para los próximos meses en el rubro de vivienda. En marzo la superficie a construir registrada por esos permisos bajó 2,5 por ciento frente al valor del mismo mes del año pasado, aunque creció en relación a febrero un 29,1 por ciento. En el primer trimestre ese indicador anotó una caída del 1,8 por ciento en la comparación anual.

Otra medida de la evolución de la construcción es la encuesta cualitativa que desarrolla el Indec. Entre los empresarios que se dedican a la obra pública, el 40 por ciento consideró que la actividad del sector no va a cambiar en el próximo trimestre, el 36 por ciento planteó que aumentará y el 24 por ciento que va a caer. Entre los desarrolladores privados el 58,9 por ciento estimó que la actividad no cambiará, el 23,5 por ciento, que va a subir, y el 17,6 por ciento restante, adelantó una baja.

En términos de empleo registrado, en la construcción trabajaban 419.662 personas al cuarto trimestre de 2014, último dato oficial. Ese número es un 0,4 por ciento superior al mismo período de 2013 y un 2 por ciento más alto que 2012. En cambio, en el cuarto trimestre de 2011 (el máximo de la serie para ese período) había 4,5 por ciento más empleados que en la actualidad.