El Ministerio de Economía informó la apertura para exportación de un millón de toneladas de trigo y 75 mil toneladas de harina adicionales. Es la cuarta ampliación del cupo exportable para ese cereal. Hasta ayer se habían habilitado ventas al exterior por 3,6 millones de toneladas de trigo de las cuales el 90,7 por ciento fue autorizado para su despacho a través del otorgamiento de los Registro de Operaciones de Exportación (ROE). Con el nuevo tramo presentado por el ministro de Economía, Axel Kicillof, suman 4,7 millones las toneladas de trigo, un alza del 141 por ciento frente al cosecha anterior.

“Nuestra política es permitir la exportación del total del excedente de trigo una vez abastecido el mercado interno. Eso está sujeto a la dinámica de la cosecha y la diferencia entre las estimaciones que coexisten, pero estimamos que todavía quedaría un excedente posible de autorizar”, señaló el titular del Palacio de Hacienda.

“El crecimiento sustancial de la cosecha ha estado acompañado por el crecimiento del mercado interno, por lo tanto el Gobierno está actuando en muchos frente a la vez”, sostuvo Kicillof. La cosecha de trigo alcanzará esta campaña hasta los 13,9 millones de toneladas de acuerdo a las estimaciones del Ministerio de Agricultura. A esa cifra se le debe sumar un excedente de la campaña anterior de 1,5 millón de toneladas. De acuerdo con los niveles de consumo interno, el excedente deseado a fin de la campaña y las exportaciones habilitadas quedaría un saldo remanente para exportar de 2,7 millones de toneladas. En cambio, si se utilizan las estimaciones más conservadoras que realizan las bolsas de cereales el saldo remanante luego de la apertura de ayer rondaría las 800 mil toneladas.

A comienzos de la semana la Sociedad Rural afirmó que el sector triguero atraviesa la “peor crisis económica” de la última década. Acorde con su fórmula tradicional, esa situación es resultado de la intervención estatal del mercado a través de los cupos de exportación y la caída en el precio internacional del producto. Desde el equipo económico rechazan los cuestionamientos que entienden tienen como objetivo desmontar la política de administración a través de los ROE. “La administración del comercio busca mantener un equilibrio entre los precios internos y externos. El precio FAS teórico es el que deberían recibir los productores de acuerdo a los precios internacionales, descontados los derechos de exportación y gastos de comercialización. La Secretaría de Comercio busca que los precios pagados al productor estén lo más cerca posible de esa cifra pero esto no es siempre así ya que hay diferentes calidades de grano y distancias a puerto. Por eso el productor no siempre recibe el FAS teórico”, explican en la cartera que encabeza Augusto Costa.

“De la misma forma que hay que accionar contra el comportamiento especulativo en los mercados financieros tratamos de evitar especulaciones en algunas partes de la cadena de producción que terminan perjudicando a los pequeños productores, explicó el titular de la cartera económica. Desde Comercio remarcan que la caída en el precio internacional del trigo se tradujo en una caída en el precio de la harina. El precio promedio del kilo de harina 000 en los paquetes de 50 kilos llegó en mayo a 2,70 pesos, una reducción interanual de 32,5 por ciento. Sin embargo, reconocen en esa dependencia, el precio promedio del kilo de pan exhibió una suba de 11,9 por ciento interanual. Ese comportamiento responde a que la harina representa sólo el 25 por ciento del costo del pan. Por eso, la baja en el precio de la harina no se traduce necesariamente en una baja en el precio de los productos en las panaderías ya que no llega a compensar la suba en el resto de los costos. El 75 por ciento de los costos del sector experimentó aumentos. A través de paritarias los trabajadores del sector lograron un aumento del 32 por ciento en sus ingresos el año pasado.