ECONOMíA
Qué caro cuesta salir de pobre
La canasta de alimentos se encareció casi cinco pesos para una familia tipo en el último mes. Expectativas por el índice de pobreza.
El aumento de 0,6 por ciento que registraron los precios de los alimentos en noviembre tuvo un impacto directo sobre la línea de pobreza e indigencia. Una familia integrada por dos adultos y dos menores, de cinco y ocho años, necesitó el mes pasado 325,19 pesos para comprar una Canasta Básica de Alimentos, contra los 321,73 del mes anterior. Si los ingresos de ese grupo familiar fueron inferiores a aquel monto, sus integrantes pasaron a engrosar las filas de los indigentes. La Canasta Básica Total, que incorpora además de alimentos otro conjunto de necesidades, ascendió a 708,91 pesos, contra 704,58 del mes anterior. El próximo día 18 el Gobierno dará a conocer los resultados de la última Encuesta Permanente de Hogares, con los datos actualizados sobre la cantidad de pobres e indigentes del país, junto al índice de desocupación.
La expectativa oficial es que el relevamiento refleje una mejora en la situación social. La medición se hizo en octubre, cuando los precios de la CBA y la CBT estaban ligeramente por debajo de los del mes pasado. La encuesta anterior, efectuada en mayo, arrojó un nivel de indigencia del 26,3 por ciento, mientras que los ciudadanos por debajo de la línea de pobreza llegaron al 52,6 por ciento de la población total.
Un dato aportado por la consultora ACNielsen demuestra el deterioro del poder adquisitivo a raíz del aumento en los precios. En este momento, el promedio de la población destina la mitad de sus ingresos mensuales para adquirir comida, bebida, artículos de tocador y de limpieza, con un gasto de 403 pesos. Hace un año, el gasto en los mismos productos equivalía al 34 por ciento de los ingresos promedio de la población. Es decir que en el último año, cada argentino en promedio tuvo que sacar de su bolsillo 131 pesos más para comprar idéntica cantidad de bienes.
El deterioro en el poder de compra también se refleja en la medición del Indec. Desde la salida de la convertibilidad, la CBA se encareció 74,1 por ciento, mientras que la inflación en ese mismo período fue de 45,8 por ciento, prueba de que la devaluación y la disparada de los precios afectó directamente a los sectores de menores recursos. Un adulto necesitaba en diciembre de 2001 62,7 pesos mensuales para comprar los componentes de una CBA y 153,6 para alcanzar los consumos de la CBT. Los valores son hoy de 105,2 y 229,4 pesos, respectivamente.
Los datos entregados por el Indec son oportunos en medio de la polémica generada en torno a los piqueteros: demuestran que el poder de compra de los 150 pesos de los planes Jefas y Jefes de Hogar se ha ido diluyendo con el paso de los meses. El informe de ACNielsen agrega, por otra parte, que en los estratos de consumidores de las categoría D2 y E, que corresponden a las clases de inferiores ingresos, la gente destina el 67 por ciento del dinero que gana para la compra de artículos básicos. En cambio, entre los consumidores A, B y C1, quienes están en la cúspide de la pirámide social, se gasta el 27 por ciento.