Según el último informe sobre bancos de la autoridad monetaria, el crédito al sector privado creció en noviembre 4,4 por ciento. Sin embargo, para Federico Sturzenegger, presidente del BCRA, en términos reales el incremento fue de 2,4 por ciento. Esta diferencia se debe a que ahora el Central contrasta las estimaciones que cubren el último mes del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner con el IPC que genera la Ciudad de Buenos Aires. En la comparación intera-nual, el financiamiento bancario a las empresas y familias acumuló una suba nominal de 36,2 por ciento. Si a ese número se le aplica el IPC de CABA, el incremento fue de 9,9 por ciento. En noviembre, el saldo de los depósitos en pesos del sector privado creció un 3,2 por ciento (1,2 por ciento según la reinterpretación macrista), acumulando una variación de 42,2 por ciento o 14,8 por ciento. El saldo de las colocaciones a plazo en pesos del sector privado se incrementó un 46,9 por ciento, en tanto que las cuentas a la vista lo hicieron un 37,2 por ciento. El ratio de irregularidad de las financiaciones al sector privado permaneció casi sin cambios, en torno a 1,7 por ciento de la cartera total, es decir un 0,3 por ciento por debajo del valor registrado en 2014. La morosidad de las financiaciones a las familias y a las empresas se mantuvo en niveles similares a los observados en octubre. Es decir, a noviembre del año pasado no había un escenario de crisis, tal como había pregonado el macrismo durante la campaña electoral.