El mercado cambiario volvió a registrar un fuerte faltante de dólares para abastecer una demanda creciente y el Banco Central tuvo que volver a venderlos para evitar una mayor disparada en el precio. Pese a que la entidad que conduce Federico Sturzenegger resignó 119 millones de dólares en reservas, el billete verde se encareció 30 centavos para alcanzar un nuevo máximo de 15,65 pesos. Es la segunda intervención vendedora del organismo monetario del organismo desde que aplicaron un sistema de flotación sucia que avaló la fuerte apreciación de la divisa en las últimas semanas. La anterior venta de dólares fue el pasado jueves por 45 millones. Las reservas cayeron ayer en 175 millones de dólares hasta los 28.889 millones. Sin una estrategia clara, el Central debió desandar su política monetaria y aplicó la segunda suba consecutiva de la tasa de interés de referencia para el sistema financiero para lograr disminuir la demanda de dólares.

El shock de confianza que auguraba el macrismo en campaña se convirtió en otra promesa incumplida. El aumento de reservas que había anticipado el equipo económico de Mauricio Macri a través de una mayor liquidación por parte del complejo aceitero y cerealero continúa sin aparecer, aunque para esto el Gobierno ya encareció el dólar en más de 60 por ciento y eliminó las retenciones a la exportación de todos los granos, con excepción de la soja que redujo la carga en 5 puntos al 30 por ciento. Los exportadores habían acordado, según anunció a principio de año el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, el ingreso de unos 400 millones de dólares diarios. Lejos de ese cupo, el sector liquida diariamente menos de 200 millones.

El único respaldo que recibieron las reservas provino de una operación de endeudamiento con bancos privados extranjeros que desembolsaron unos 5000 millones de dólares. Si bien no se trata de un ingreso de dólares genuino, el Gobierno buscó mostrarlo como una inyección de liquidez a las arcas del Central. No obstante, en 20 días desde que se realizó la operación, el organismo ya resignó casi un cuarto de los fondos aportados por la vía del endeudamiento.

Por su parte, la demanda de dólares continúa recalentada ante la expectativa de que el Gobierno se mantiene permeable a los pedidos de los grupos concentrados, como es el caso del complejo agroexportador, que pide una mayor devaluación para volcar al mercado las divisas retenidas. Esto está llevando a una fuerte caída de las reservas, que refleja las presiones cambiarias en la economía desde que comenzó el año. Desde la asunción del macrismo el 10 de diciembre último, las reservas cayeron en 973 millones de dólares, al pasar de 24.862 millones hasta los 23.889 millones actuales neto de la deuda 5000 millones de dólares con los bancos extranjeros. La deuda con estas entidades se computó en reservas el 29 de enero pasado y se anunció como un nuevo piso a partir de la confianza que generaría la operación. Desde entonces, las reservas ya retrocedieron en 185 millones.

Durante la rueda de ayer el Central hizo su segunda intervención bajo la nueva conducción, con una venta de 119 millones, casi tres veces lo que requirió hace una semana. La intervención fue en los últimos minutos de la rueda, cuando la disparada del dólar parecía no encontrar techo. Previo a la intervención, la cotización mayorista, a la que acceden bancos y empresas, había tocado los 15,57 pesos. Luego de la venta del Central ese precio se ubicó en los 15,20 pesos, aunque la escalada no se trasladó en los precios al público, donde se mantuvo ofrecido en los 15,65 pesos. El monto negociado en dólares fue el más alto desde la salida del cepo, con 430,1 millones de dólares en el segmento de contado y otros 129,7 millones en futuros.

La suba del dólar oficial superó incluso el ajuste del mercado ilegal. El dólar blue subió 13 centavos y se ofreció en las cuevas del microcentro porteño a 15,55 pesos. La variante de contado con liquidación, que implica la compra de un bono o acción en pesos para su venta en el exterior en dólares, se realizó a 15,63 pesos, mientras que el denominado dólar Bolsa a 15,44 pesos.

Para intentar contrarrestar la mayor demanda de dólares en un escenario de inflación y tasas de interés para los depósitos a plazo menos atractivo en términos reales, el Central aplicó su segunda suba de tasas de interés. El aumento incluso fue más agresivo que en la licitación de letras de la semana pasada, cuando decidió interrumpir la seguidilla de baja de tasas para tratar de desacelerar el aumento de precios. La semana pasada dispuso un aumento de un cuarto de punto. En la operación de ayer elevó entre 0,5 y 1,15 por ciento la tasa según el tramo ofrecido para absorber pesos del sistema. “El BCRA sigue procurando desacelerar a lo largo del año la tasa de expansión de los agregados monetarios, para hacerlos consistentes con una inflación en descenso”, según el comunicado de la licitación difundido por el organismo.