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El secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, recibió ayer al abogado de la Asociación de Consumidores Bancarios de Italia, Tullio Zenco, representante de tenedores de títulos públicos argentinos en default. Varios de ellos han iniciado acciones legales contra los bancos que le aconsejaron comprar títulos. En tanto, ayer los mercados alemanes reaccionaron con un alza del 8 por ciento en los bonos argentinos, a la espera de que el Gobierno mejore la oferta de reestructuración de la deuda. Los precios del mercado secundario están muy por encima del valor implícito neto actual de los bonos argentinos en mora.
Según informó la oficina de prensa del Ministerio de Economía, Zenco estuvo acompañado por el asesor legal de la Asociación de Ahorristas Bancarios Argentinos Estafados, Juan José Guaresti (n). Por otra parte, se informó que “continúan las tratativas” para definir el sindicato de bancos que asesorará al país en la reestructuración de la deuda.
Analistas de los principales bancos de Alemania indicaron en Francfort que el principal motivo del alza en los bonos argentinos es la confianza de los especuladores en que el gobierno formulará una nueva propuesta más atractiva para los acreedores. Sin embargo, la opinión de los expertos es que las relaciones entre acreedores y gobierno argentino se deteriorarán algo más en lo inmediato. Recordaron, al respecto, recientes declaraciones de Nielsen en cuanto a que Argentina pedirá a los grupos de acreedores que exhiban sus mandatos, para verificar si tienen respaldo suficiente de los inversores. La interpretación de los analistas es que Nielsen tiene especial interés en subrayar, en cada gesto, que Argentina no modificará su propuesta inicial, dada a conocer en Dubai durante la Asamblea Conjunta del FMI y el Banco Mundial.
El principal representante argentino en las negociaciones con los acreedores privados calificó de falta de seriedad la contraoferta presentada dos semanas atrás por un grupo de acreedores de Estados Unidos. En ella se proponía una quita del 35 por ciento, en lugar del 75. “No es seria, se cae a pedazos y ellos lo saben”, sentenció Nielsen.
“Obviamente, los comités de tenedores de bonos ven las cosas de otra manera –comentó Guenter Koehne, economista del Dresdner Bank–, y creen que se necesita una mejora en la propuesta, porque de lo contrario la reestructuración de la deuda carecerá de suficiente participación.” El Dresdner es una de las entidades que aspira a liderar el grupo internacional de bancos que entablará las negociaciones.