El ministro de Energía, Juan José Aranguren, volvió a justificar ayer el tarifazo a la electricidad y el gas con el argumento de que el objetivo es que haya energía. “Porque como veníamos, si no hacíamos nada, nos íbamos a quedar sin energía”, sostuvo el funcionario y ex CEO de Shell al participar en Mendoza del despacho de cuatro generadores de vapor que Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA) fabricó para la Central Nuclear Embalse, ubicada en la provincia de Córdoba. “Reconocemos la angustia en la población. Hoy tenemos que pedirle a mucha de esa gente que este esfuerzo que estamos haciendo hoy es para lograr que en poco tiempo podamos tener la energía más barata para poder satisfacer a todos los argentinos”, agregó el funcionario, quien consideró que el ajuste de tarifas fue “gradual”.

Aranguren afirmó que con el incremento en las facturas de luz, “apenas recuperamos el 35 por ciento del costo que significa producir energía eléctrica”. “El otro 65 por ciento lo pagamos todos los argentinos a partir de la inflación. En el gas estamos en el 55 por ciento”, señaló el ministro. Volvió a insistir en que el gobierno de Macri se decidió a subsidiar la demanda. “Es decir, a aquellos que lo necesitan y no un subsidio irrestricto para todos, que es lo que ha ocurrido en los últimos años”, afirmó, volviendo a descargar la responsabilidad del brutal ajuste de tarifas en el gobierno anterior. “Enfocando los subsidios (en la demanda) vamos a poder bajar las tarifas”, aseguró.

En ese sentido, expresó que el objetivo del gobierno “es que haya energía”, pese a lo cual no explicó por qué YPF redujo sustancialmente sus inversiones en exploración. “Este es un país rico en recursos, tanto fósiles como renovables, pero se ha dado el lujo de importar el 30 por ciento de la energía que necesita, lo que es un crimen”, señalo. Respecto al evento que lo contó como invitado, afirmó que es “un orgullo poder ver que el trabajo nacional tenga reconocimiento mundial”.