El dólar cerró ayer a 15,40 pesos, con una suba de 3 centavos respecto del viernes. Las presiones sobre el tipo de cambio empiezan a incrementarse, tras la baja reiterada de las tasas de interés, la apreciación del tipo de cambio real, la finalización de la liquidación estacional del complejo agropecuario y la caída reiterada de las reservas del Central. La cotización del dólar es la más elevada desde finales de junio. El stock de divisas de la autoridad monetaria se ubicó en 29.742 millones de dólares (30.742 millones si se computa el pase pasivo con la banca extranjera), con la baja de 71 millones en relación con la semana pasada y de 4000 millones contra mayo.

La entidad a cargo de Federico Sturzenegger, al menos en lo discursivo, sostiene que no le interesa cuál es el nivel de reservas del Central. Menciona que el tipo de cambio es “flexible” y va a dejarlo que se mueva en función de la demanda y oferta del mercado, sin emplear divisas para tratar de sostener la paridad cambiaria. Es decir, no necesita el “poder de fuego” de las reservas para contener una corrida cambiaria. Pero entre los economistas de la city la situación despierta preocupación, puesto que aseguran que un salto del dólar implicaría nueva aceleración del proceso inflacionario. Por caso, Fausto Spotorno, de la consultora Ferreres, plantea que hay que observar con cuidado el stock de las Lebacs del Central. Aseguró que por ahora no hay expectativa de devaluación importante, pero si llegan a cambiar las perspectivas de agentes privados puede haber una importante tensión en materia de dólar y, por tanto, de precios.

En lo que refiere a la bolsa porteña, se anotó una suba del 1,2 por ciento en el índice MerVal. Siderar computó un alza del 3,9 por ciento, al tiempo que Banco Macro subió 1,9 por ciento, Banco Francés 1,2 y Grupo Financiero Galicia 0,5. Además, Pampa Energía avanzó 2,2 por ciento y Mirgor lo hizo 1,7. Entre las firmas que disminuyeron figuran Petrobras, con una merma del 0,8 por ciento y Edenor (-0,36 por ciento).