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En el Gobierno se ha abierto un intenso debate sobre qué hacer con el Correo. Mientras que un sector quiere mantener la empresa bajo la órbita del Estado, tal como lo adelantó el Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en un reportaje publicado el domingo en Página/12, otro aspira a avanzar en el proceso de reprivatización. Finalmente, Néstor Kirchner será quien termine inclinando la balanza para una u otra posición.
Para contrarrestar la avanzada de Fernández, otro funcionario de la Casa Rosada, que prefirió mantener su nombre en reserva, señaló que “no hay cambios respecto a los planes de reprivatización del Correo Argentino y existen empresas nacionales e internacionales interesadas en la concesión”. La fuente también interpretó la “firme decisión presidencial de mantener, sin variantes, el compromiso asumido en el decreto que prevé la reprivatización de la compañía”.
Fernández había dicho que “el Correo tiene una situación de equilibrio en su funcionamiento en manos del Estado, según me transmitió el interventor (Eduardo) Di Cola. Nosotros tenemos que terminar con los falsos dogmas. Ni todo lo privado es bueno. Ni todo lo estatal es malo. Vamos a buscar lo que más le convenga a la Argentina”.
El Gobierno estableció un plazo de 180 días para adjudicar nuevamente la compañía a un inversor privado. El período de administración estatal vencerá a mediados de mayo. “Estamos cumpliendo los plazos previstos y transitamos este período con la convicción de ir cumpliendo las metas establecidas, que culminarán con el llamado a licitación”, detalló la fuente de la Rosada. En tal sentido, recordó que “durante la actual administración se mantuvieron todas las fuentes de trabajo y se atacaron algunos focos de corrupción”.