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No es un verano con buenas noticias para la familia Neuss. Hace apenas dos semanas, el Gobierno le quitó al menemista Jorge Neuss, y su empresa Thales Spectrum, el control del espectro radioeléctrico por incumplir cláusulas contractuales. Ahora es su hermano, Germán Neuss, el que podría quedarse sin una concesión, en este caso la del yacht de Puerto Madero, al registrar una deuda por cánones impagos de alrededor de 800 mil pesos.
La mira sobre el empresario la puso la Corporación Antiguo Puerto Madero, una sociedad que integran por partes iguales el gobierno nacional y el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El último jueves, la Corporación intimó al empresario a ponerse al día con sus deudas, al vencerse los plazos pactados.
Neuss se había comprometido a tener construido para el 2 de enero de 2000 el Club House y el primer peine de la Marinas, como se conoce el lugar donde amarran los barcos. Una vez concluidas las obras, que se iniciaron en 1997, debía transferir el dominio a La Corporación, mientras que el usufructo –el uso y el goce– quedaba para la firma de la que es accionista, el Yatch Club de Puerto Madero S. A.
¿Qué pasó? La empresa concluyó la edificación del Club House pero no la de las Marinas. Y por lo tanto no hizo transferencia de dominio alguna ni tampoco hizo frente a cánones convenidos.
La Corporación ahora reclama el pago de los cánones proporcionales anuales vencidos el 2 de enero de 1998, el 2 de enero de 1999 y el 2 de enero de 2000, más el CER y los intereses que se devenguen hasta la fecha del pago efectivo.
A eso se suman los cánones anuales con vencimiento el 2 de enero de 2001, 2 de enero de 2002, 2 de enero de 2003 y 2 de enero de 2004. ¿Cuánto totaliza? En la Corporación no dieron una cifra exacta, aunque reconocieron que oscila entre los 600 mil y 800 mil pesos.
De todos modos, el texto de emplazamiento que llegó a manos de Neuss aborda mucho más que el pago de los cánones.
u Lo obliga a abonar las multas devengadas por el atraso en la construcción del segundo peine de las Marinas y a que presente un cronograma de dicha obra que contemple un plazo de inicio dentro de los próximos 90 días y un plazo de finalización no mayor a los 365 días.
u Además, ordena a Yacht Club de Puerto Madero S. A. transferir la propiedad del segundo peine de Marinas a la Corporación una vez concluida la obra con estos nuevos plazos establecidos.
u Y llama a instrumentar la transferencia del dominio del Club House y del primer peine de Marinas a la Corporación, cuyo vencimiento operó el 2 de enero de 2000.
Según pudo establecer Página/12, la Corporación informó que hubo numerosas intimaciones previas, aunque sólo una de ellas de tipo formal. Pero que ante la falta de respuestas se emplazó a Yacht Club de Puerto Madero S. A. a contestar en un plazo perentorio de 15 días, que concluye a fines de febrero.
Desde la propia sociedad que conforma el gobierno nacional y el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires –donde no sólo existe una equiparación del capital sino también del directorio–, dijeron haber tenido respuestas informales de la empresa para justificar las deudas y las demoras. Por ejemplo, habrían invocaron la crisis económica del país, mencionaron que no había mercado suficiente para explotar las Marinas, y también que se encontraban en una situación de fuerza mayor. Al parecer, ninguna de ellas resultó convincente.
Entre las experiencias laborales que el Grupo Empresario Germán Neuss expone en las páginas de internet aparecen la construcción del Museo “colección Fortabat” para Puerto del Centro S. A., de edificios de oficina para esa firma, y de otro edificio frente al yacht, en convenio con la empresa norteamericana Tishman. En ninguno de los casos las obras se han terminado. La familia Neuss no sólo tiene vocación por los negocios sino también por el deporte, más precisamente por el polo. Según la Asociación Argentina de Polo, su hándicap oficial es de 4, el de Patricio Neuss es de 3 y el de Jorge es de 2.
Evidentemente Germán muestra una mejor performance que sus parientes, con quienes compartió la formación de Martindale La Lucila. Pero si la Corporación decide quitarle la concesión del yacht, es probable que el empresario cuente con más tiempo para alcanzar el puntaje ideal que hoy ostenta Adolfo Cambiasso.