ECONOMíA
Al equipo económico le gusta el apriete del FMI
El viceministro de Economía, Jorge Todesca, salió a apoyar los exigentes reclamos del FMI. En esa línea, Horst Koehler, titular del Fondo, dijo que no “espera una solución rápida”, a la vez que Paul O’Neill habló de tres meses.
Jugado por completo a acordar con el Fondo Monetario para así recibir el auxilio financiero salvador, el Gobierno justificó el reclamo de más ajuste pronunciado tanto por el organismo internacional como por el propio George Bush. “Hay cosas que no están funcionando”, reconoció el viceministro de Economía, Jorge Todesca, asumiendo como válidos los pedidos formulados por Estados Unidos y el FMI la jornada anterior. Ayer, el secretario del Tesoro estadounidense, Paul O’Neill, volvió a enfriar las expectativas del gobierno argentino. “Creo que tal vez dentro de los próximos tres meses hay una esperanza de que se esto realmente se arregle”, dijo O’Neill, echando por tierra la especulación de la Casa Rosada de que el auxilio podría llegar a fines de abril.
La afirmación de O’Neill, pronunciada en Monterrey frente a un grupo de periodistas, confirma la estimación que el indio Anoop Singh formuló ante Eduardo Duhalde antes de volver a Washington, y que fue revelada por Página/12. “El proceso de negociación no va a durar menos de tres meses”, le había anticipado el jefe de la misión del Fondo al Presidente. Convencidos de que el agua le está llegando al cuello, desde el Gobierno vienen rogando para que el socorro se libere lo antes posible. Con un dólar a 2,60 pesos y en constante aumento, los funcionarios temen una estampida inflacionaria que liquide al Gobierno.
O’Neill mantuvo un encuentro a puertas cerradas con Jorge Remes Lenicov. El alto funcionario estadounidense no dio detalles de lo conversado, pero de sus palabras surge que las conversaciones irían bien encaminadas. “Salí (de la reunión) con un sentimiento muy claro de que hay un entendimiento de lo que hay que hacer y una dedicación para tomar los pasos para lograrlo”, dijo O’Neill. “Diría que el asunto es resolver los detalles y el plazo. Remes tiene claridad sobre los problemas que tienen”, elogió.
Durante su monólogo frente a los periodistas, el secretario del Tesoro demostró que sigue la crisis argentina con especial atención. Contó que mañana, una vez que finalice la reunión entre Remes y Horst Koehler, llamará por teléfono al alemán para enterarse rápidamente y de primera mano el resultado de las conversaciones.
En un anticipo de la posición que llevará hoy a ese encuentro con el ministro, Koehler aseguró que “no existen remedios milagrosos” para solucionar la crisis argentina. “No espero una solución rápida”, remarcó a continuación. Ya es un clásico que el alemán y su coequiper Anne Krueger formulen pronunciamientos duros sobre la Argentina. “Estamos preocupados por el desorden social. Estamos trabajando duro. Pero también debo decir que no hay nadie, ni en la Argentina ni en el FMI, ni en cualquier otro lugar, que tenga una solución rápida para la muy pero muy compleja situación. La responsabilidad principal de la crisis es de la propia Argentina”, remarcó para que no quedara ninguna duda sobre su diagnóstico.
El viceministro Todesca suscribió esa férrea posición, haciendo suyo el reclamo fondomonetarista. Aceptó que “la relación entre los tres poderes no es armónica” y alertó que si la Justicia sigue permitiendo la salida de fondos del corralito, “el programa económico no tiene viabilidad”.
Todesca también le dio la razón a los técnicos del Fondo que vienen reclamando la derogación de la Ley de Subversión Económica. “No puede haber un programa que se considere equilibrado y con posibilidades en el tiempo, si hay un marco jurídico que no es apropiado para el desarrollo de las inversiones y los negocios”, puntualizó.
Por último, también se hizo eco del reclamo del organismo internacional respecto de la Ley de Quiebras. “Inhibe el cobro sobre los deudores y, por lo tanto, la incobrabilidad en el sistema bancario se torna muy alta”, sugirió.