ECONOMíA
La recuperación continúa, aunque a un ritmo más suave que antes
Los indicadores de actividad económica que publicó el Indec en los últimos días confirman que el parate productivo de abril fue sólo un tropezón. Hasta mayo, la economía creció 8,6 por ciento.
Al parecer fue nada más que un susto. Los distintos indicadores de actividad económica que publicó el Indec en los últimos días confirman que el parate productivo de abril fue sólo un tropezón y que la reactivación sigue su curso, aunque a un ritmo menor que en el primer trimestre del año. En mayo, el estimador mensual de la actividad económica (EMAE), un indicador muy próximo al PBI, creció 4,8 por ciento en relación con igual mes del año pasado y, en términos desestacionalizados, 0,9 por ciento frente a abril. Así, en los primeros cinco meses del año, la economía acumula una expansión del 8,6 por ciento.
La relevancia de los números difundidos ayer por el Indec es que muestran un repunte de la actividad económica, después de la caída registrada en abril (del 1,9 por ciento en relación a marzo). En otro términos, de acuerdo con los últimos datos, el retroceso de abril no significó un punto de inflexión en la recuperación, sino que se explica por una situación excepcional que combinó “paradas técnicas” postergadas a principios de año con el reordenamiento de planes de producción por parte de las empresas para anticiparse a la crisis energética.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. El crecimiento interanual de la economía viene registrando una marcha descendente, desde el 11,2 por ciento en el primer trimestre del año al 8,6 para los primeros cinco meses. En realidad, dicha desaceleración en el ritmo de crecimiento, particularmente notorio en los últimos dos meses, se debe en buena medida a que la comparación interanual comienza a realizarse contra meses del año pasado en los que la recuperación había sido muy fuerte.
En el primer trimestre del 2004 el EMAE estuvo siempre por encima de los dos dígitos (comparado con igual período de 2003): 11,2 por ciento en enero, 10,6 por ciento en febrero, y 11,7 por ciento en marzo. Estas elevadas tasas de expansión se arrastraban desde septiembre de 2003, con valores interanuales de 11,9 por ciento para setiembre, 12,3 por ciento para octubre, 10,9 por ciento para noviembre y 12 por ciento para diciembre.
Desde abril pasado, en cambio, comenzaron a detectarse las primeras señales de amesetamiento, con tasas de crecimiento de 5,7 por ciento en abril y “sólo” 4,8 por ciento en mayo. Pero uno de los motivos que explican esta “desaceleración” es que desde abril de 2003 las tasas de crecimiento fueron en aumento, por lo que la base con que se comparan los números de este año es cada vez más elevada.
La situación era esperada en el Palacio de Hacienda: “No es posible sostener en el tiempo una tasa de crecimiento de dos dígitos”, dicen los funcionarios de Lavagna.
Los datos del EMAE de mayo se suman a los del Estimador Mensual Industrial (EMI), difundidos por el Indec el lunes, para ahuyentar el fantasma de la recaída. En junio, el EMI creció 11,5 por ciento respecto a igual mes del año pasado y, más importante aún, recuperó la tendencia de crecimiento interrumpida en abril. El director nacional de Coordinación Macroeconómica, José Luis Maia, estimó que para el segundo semestre “la industria crecerá a una tasa del 0,6 por ciento mensual, lo que dejaría a fin de año un aumento de la actividad de entre el 10,5 y 11,0 por ciento”. Con ese nivel de crecimiento, EMI “alcanzaría los niveles de 1997”, el punto máximo registrado durante la convertibilidad, “pero con componentes sectoriales diferentes”.
Las estimaciones oficiales del Ministerio de Economía prevén que la actividad durante 2004 crecerá 6 por ciento, luego de la última corrección desde 5,5 por ciento que el mes pasado realizó Lavagna. Sin embargo, distintos analistas privados sitúan el piso del crecimiento entre un 7 u 8 por ciento. En 2003, el aumento del producto fue del 8,9 por ciento. Al igual que el año pasado, el motor de la reactivación no serían sólo las importaciones, que todavía representan una parte menor del producto, sino fundamentalmente el consumo. En cambio, a diferencia del 2003, según los datos que manejan en el equipo de Lavagna, habría un repunte de lainversión, por primera vez después del derrumbe que ocasionó la crisis del 2001.
Es interesante señalar que, aun en el escenario de mayor crecimiento, el PBI se encontraría a fin de año todavía por debajo de los niveles alcanzados en mayo de 1998.