ECONOMíA
No es prórroga, es replanteo total
Dumont explicó que el cuestionamiento a la liberalización del comercio automotor con Brasil no es una cuestión de fechas.
Antes que prorrogar la fecha de liberalización del comercio automotor con Brasil, originalmente prevista para 2006, el Gobierno se propone replantear por completo los términos de la integración industrial. Los dos países intentarán convencer a las automotrices instaladas a ambos lados de la frontera para que reorienten sus inversiones de manera más equitativa, pues en los últimos años han favorecido exclusivamente la decisión de reforzar las filiales brasileñas.
Así lo aseguró el secretario de Industria, Alberto Dumont, quien acompañó al ministro Roberto Lavagna en su visita a Brasilia. Allí la tarea de la delegación argentina fue proponer un nuevo esquema de integración que los funcionarios de Lula da Silva se comprometieron a “estudiar”. El funcionario también remarcó la importancia de que ambos gobiernos negocien con las multinacionales del sector para que inviertan a ambos lados de la frontera y reveló que los funcionarios brasileños que lo recibieron ayer prometieron “estudiar” esa propuesta, aunque reconoció las dificultades que presentaría esa estrategia conjunta.
“Hay algunas terminales que están muy cerca del límite del acuerdo flex”, que permite importar sin aranceles hasta 2,4 autos por cada unidad exportada, “pero que al mismo tiempo tienen una buena performance en terceros mercados”, consideró. En este contexto, penalizar las importaciones “no sería una medida efectiva”, opinó el secretario.
“No hemos hablado de aranceles en la reunión con los ministros brasileños”, refirió. La cuestión pasa por otro lado, “si estamos pensando en una industria automotriz que arrastre aguas arriba y abajo, necesitamos resolver las asimetrías”, porque “hay algo que no funciona bien en el acuerdo si Brasil decidió eximir de aranceles al 40 por ciento de las autopartes que se importan desde afuera del bloque”.
En tanto, ayer la filial local de Ford apoyó la decisión del Gobierno de postergar la liberalización comercial. “Eso es bueno en la medida que genere mayor producción y trabajo en la Argentina y las condiciones de producción sean iguales a las de Brasil”, aseguró el director de Relaciones Institucionales de la automotriz, Rodolfo Ceretti. El jueves, General Motors se había manifestado a favor del libre comercio. La diferencia de visión responde a que el 95 por ciento de las ventas de la producción de GM se destina a México (60 por ciento) y Chile.
La interpretación del directivo de Ford fue que se “comenzó a detectar con preocupación que la creciente participación de los vehículos importados era una voz de alarma”. “Hoy la participación de los vehículos importados dentro del mercado argentino supera el 50 por ciento”, afirmó.