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Argentina tiene por delante un “ajuste extremadamente difícil” y su economía se contraerá entre un 10 y un 15 por ciento en 2002, destacó el Fondo Monetario Internacional en su Panorama Económico Mundial difundido ayer. El organismo advirtió también que el peligro de contagio regional no se ha extinguido. Argentina presenta todavía “riesgos e incertidumbres sustanciales” para América latina. El ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, arribará hoy a Washington, donde participará de la asamblea de primavera que el Fondo comparte con el Banco Mundial y el Grupo de los 7.
El pronóstico anterior del FMI, formulado antes de la caída de Fernando de la Rúa, estimaba para este año una reducción del producto de “apenas” el 1,7 por ciento. El nuevo Panorama Económico Mundial, que se publica dos veces al año, subraya que las perspectivas argentinas “siguen siendo altamente inciertas” en el corto plazo. Además de la fortísima caída del Producto, pronostica una inflación de 25 a 30 por ciento este año. Sin embargo, el FMI considera que la devaluación del peso llevará a un aumento considerable de las exportaciones, lo que sumado a la caída de las importaciones generada por la recesión, llevaría a la cuenta corriente argentina a un importante superávit. El Fondo también prevé que la demanda doméstica seguirá disminuyendo debido al altísimo nivel de desempleo, el escaso nivel de confianza y el congelamiento de los depósitos de los ahorristas en los bancos.
El organismo señala en su documento que la duración y la profundidad de la crisis dependerá del programa económico del Gobierno y de cómo se implemente. No obstante, “las líneas generales de lo que el país requiere para el crecimiento y la estabilidad están razonablemente bien definidas”. Para 2003, en tanto, el FMI pronostica que ya habrá comenzado la recuperación y la economía podría crecer hasta un 3 por ciento.
En su visita a Estados Unidos, el ministro Jorge Remes Lenicov tiene previsto entrevistarse con autoridades del FMI y funcionarios de la Administración George Bush. Entre las reuniones agendadas se encuentran la que mantendrá con el secretario del Tesoro, Paul O’Neill, y con ministros de los países que integran el Grupo de los 7. El viaje del ministro se concreta 24 horas después del retorno a Washington del director del Departamento de Operaciones Especiales del FMI, Anoop Singh.
En tanto, en la presentación del informe económico mundial, Kenneth Rogoff, economista jefe del FMI, señaló que si bien “la economía mundial disfrutará de una recuperación en 2002”, existen algunos riesgos. Entre ellos destacó el fuerte déficit por cuenta corriente de Estados Unidos, algo a lo que el Gobierno de ese país apenas concede importancia. “La desaceleración mundial ha tocado fondo, especialmente en Estados Unidos y, en menor extensión, en Europa y en algunos países de Asia”, apunta el FMI, que destaca que persisten “serias preocupaciones” sobre la situación de Argentina y de Japón.
El organismo multilateral calcula que el producto mundial crecerá este año un 2,8 por ciento, cuatro décimas más que lo pronosticado en diciembre, y que en 2003 llegará al 4 por ciento. “La mayoría de los indicadores sugieren que la recuperación está en marcha”, sostiene el informe. El motor es la economía de Estados Unidos, donde se recuperaron las expectativas.
En cuanto a las previsiones para América latina, el informe considera que su crecimiento será del 0,7 por ciento. Este porcentaje es un punto menos de lo previsto hace cuatro meses. Para 2003 se espera una suba de hasta el 3,7 por ciento.
La otra región para la que también se rebajaron las previsiones es la formada por Oriente Medio y Turquía. El cálculo de crecimiento para 2002 del 4 por ciento realizado en diciembre se redujo al 3,3 por ciento. La razón es claramente la inestabilidad política de la zona.