ECONOMíA › KIRCHNER FIRMO EL DNU DEL PACTO
CON LAS ADMINISTRADORAS POR SUS BONOS
Un decreto para evitar cualquier juicio
Las compañías que manejan el dinero previsional de los trabajadores tuvieron su decreto con una explicación: el canje no es discriminatorio. El decreto que oficializó el acuerdo precisó el alcance del acuerdo y detalló el caso de las Letes, tomados como plazos fijos originales convertidos en títulos. Las AFJP desisten de juicios contra el Estado.
El Poder Ejecutivo firmó el Decreto de Necesidad y Urgencia que plasma el acuerdo de reestructuración de deuda con las AFJP. El ministro Roberto Lavagna reiteró que el canje de títulos tuvo la función de preservar los ahorros de los afiliados. El próximo paso para completar la salida del default es la presentación de la oferta al resto de los acreedores, algo que Economía considera “más o menos inminente”.
En la rueda de prensa en la que presentó el decreto, Lavagna afirmó que el acuerdo con las AFJP permitirá “revalorizar todas las tenencias de los afiliados que pasarán de tener títulos en default a tener títulos que serán objeto de pago en tiempo y forma”. Según el ministro, a partir de ahora “no tiene ninguna lógica ni razón” que los afiliados inicien acciones judiciales contra las AFJP o que éstas las inicien contra el Estado.
Pensando en las derivaciones legales, los considerandos del decreto intentan precisar que el canje actual no es discriminatorio contra los fondos de las AFJP. El leit motiv parece ser equiparar la situación de esos fondos con los de los del resto del sistema financiero. Así se justifica el tratamiento dado a las Letes. El decreto explica que las Letes eran originalmente plazos fijos que fueron transformados compulsivamente en títulos de deuda en diciembre de 2001. Si ello no hubiese sucedido esos fondos hubiesen quedado acorralados y, posteriormente, “hubiesen podido acceder a cualquiera de los canjes voluntarios de certificados de depósitos”. “Siguiendo este orden de ideas”, correspondía ofrecer a estos papeles una opción equivalente. De allí que se haya acordado el canje por Boden con vencimiento hasta el 2014.
Menos clara es la justificación de que el canje se dictamine por Decreto de Necesidad y Urgencia. El texto sostiene la existencia de circunstancias extraordinarias derivadas de la emergencia económica. Se trata de la necesidad de preservar el régimen de capitalización en función del “bien común para los futuros beneficiarios”.
El decreto confirmó que los viejos títulos en poder de las AFJP, 15.145 millones de dólares que representan alrededor del 17 por ciento de la deuda en default, serán reemplazados por nuevos bonos. Serán dos: los “Bonos del Gobierno Nacional en pesos 2 por ciento 2014”, que se entregaran a cambio de las Letes, y los títulos representativos de deuda pública “Cuasi par” a 42 años, que se entregarán por el resto de los papeles. Los Cuasi par implican una quita del 30 por ciento en relación con el valor original en dólares. Aunque estrictamente correcta la afirmación tiene sus limitaciones. En el valor nominal que se les reconoce a los bonos ya están incorporadas las tasas de interés extraordinarias y usurarias que se pagaron en el megacanje de julio de 2001. La “pérdida”, entonces, es bastante relativa.
El decreto establece que, para el caso de las Letes, la tasa de cambio será, para las series en pesos, de 1,35 peso por cada peso de valor nominal original. Para las en dólares, la relación oscila entre 1,89 y 2,01 pesos. La fecha de emisión es el 30 de septiembre y el plazo 10 años. La amortización comenzará en 2011 y consistirá en 8 pagos semestrales. Devengarán un interés del 2 por ciento anual pagadero a semestre vencido. El saldo de capital de los bonos será ajustado por el coeficiente de estabilización de referencia (CER). Los papeles serán negociables y se solicitará su cotización en el Mercado Abierto Electrónico y en el Mercado de Valores de Buenos Aires (la Bolsa).
En otro orden se deja constancia expresa de que la aceptación de los términos del canje “tendrá como efecto automático y sin que medie necesidad de declaración alguna en tal sentido, el desistimiento de todas y cada una de las acciones judiciales y/o reclamos administrativos iniciados” en relación con las Letes.
La nueva norma establece también que para poder canjear sus Letes por los nuevos bonos, las AFJP deberán solicitar el canje del resto de sus bonos en default por los bonos Cuasi par, papeles que se contabilizarán en las carteras de las AFJP a un “valor técnico” que determinará la Superintendencia de AFJP. El objetivo es evitar que su valuación a precios de mercado refleje pérdidas que atentarían contra los haberes de quienes se jubilen en los próximos años.
El criterio del valor técnico se extenderá hasta que las Administradoras informen a la Superintendencia que ambos valores convergieron y que la contabilización a precios de mercado no afectaría a los aportantes.
También se estableció la anunciada suspensión de los traspasos entre AFJP por un plazo de 90 días a partir de la publicación del decreto, plazo prorrogable por otros 90 días como máximo, es decir, hasta mediados de marzo del año próximo. Según Lavagna esto es “para dar tiempo a que se entienda con claridad cómo está el sistema”. La Superintendencia de AFJP determinará que tras ese lapso los fondos acumulados en las cuentas de los afiliados que quieran cambiar de administradora se transfieran “en especie” para no alterar la liquidez del sistema.
Cuando se lo consultó acerca del impacto del arreglo con las AFJP en la reestructuración global del default, Lavagna se limitó a decir que ahora “hay que dejar que los mercados hablen”. No obstante, el ministro ratificó que la Argentina “no ha fijado ni va a fijar un piso mínimo” para el canje, piso que fue uno de los puntos de conflicto con el FMI que pedía esa condición.