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Los cuatro cancilleres del Mercosur se reunirán hoy en Río de Janeiro para definir alguna estrategia que evite el naufragio definitivo de las negociaciones con la Unión Europea. Desde Brasilia, el secretario de Integración Económica local, Eduardo Sigal, ayer dio una pauta de cuál podría ser ese atajo: firmar un trato restringido a las áreas políticas y de cooperación, dejando para otro momento el capítulo referido al libre comercio, el de mayor relevancia para las partes.
Según lo previsto, los bloques deberían firmar aquel acuerdo integral el 31 de octubre. Pero la renuencia de uno y otro a aceptar las propuestas económicas intercambiadas transformaron esa fecha en una utopía. El Mercosur no consigue una apertura genuina para los productos agroindustriales y los europeos no están satisfechos ni con la desgravación propuesta sobre los bienes industriales ni con las facilidades ofrecidas para la radicación de capitales, menos para la explotación de los servicios en la región.
El canciller argentino, Rafael Bielsa, aclaró que más importante que el calendario es el contenido de lo que se firme. “Es mejor no alcanzar un acuerdo que ser los únicos en pagar”, advirtió ayer el primer ministro francés, Jean Pierre Raffarin, expresando la disconformidad con el actual estado de negociaciones. Junto a Celso Amorin (Brasil), Leila Rachid (Paraguay) y Didier Opertti (Uruguay), el funcionario argentino buscará acercar posiciones.