ECONOMíA

Reproches mutuos para poner clima al Argentina-Brasil del comercio

Las palabras del futuro presidente de la UIA descalificando a Furlan cayeron mal en Brasil. El martes, un encuentro que ya arranca caliente.

 Por David Cufré

La polémica no será tan popular como la del bidón de Carlos Bilardo y el agua que tomó Branco en el Mundial ’90, pero las peleas entre industriales argentinos y brasileños también tienen lo suyo. “Es un criador de gallinas”, atacó el último miércoles el designado presidente de la Unión Industrial Argentina, Héctor Méndez, al ministro de Industria del país vecino, Luiz Furlan. Lo dijo en respuesta a un comentario previo –no mucho más amigable– del funcionario, quien había acusado a los empresarios argentinos de ser una traba para el desarrollo de su país. Las declaraciones de Méndez tuvieron ayer una áspera respuesta: la Confederación Nacional de la Industria (CNI) brasileña lo calificó de “descortés y carente de elegancia”, mientras que la cancillería le reprochó sus “palabras desdichadas”. El incidente es antesala de la reunión clave entre ambos gobiernos del próximo martes.
Página/12 consultó a Méndez ayer por la tarde. El dirigente aclaró que no tuvo intención de agraviar a Furlan, pero ratificó la postura de la UIA frente a los problemas del Mercosur. “Yo me sentí agraviado por las palabras del ministro hacia los empresarios argentinos”, señaló. Tras ello, contó que el día en que las declaraciones del funcionario brasileño aparecieron en los diarios, él concedió “más de treinta” entrevistas radiales. En una de ellas fue que dijo: “Menos mal que habló el criador de gallinas y no el diplomático”. Furlan es un empresario poderoso. Antes de ser llamado al gobierno por Lula, era más conocido como exitoso líder de Sadia, la principal compañía exportadora de carne avícola de su país.
“En ningún momento tuve intenciones de agraviarlo. No lo dije con desprecio ni con tono despectivo”, insistió Méndez. La cancillería brasileña no lo entendió así. Su vocero, Ricardo Neiva Tavares, manifestó que las declaraciones “fueron desdichadas y no contribuyen al clima de respecto y diálogo que hemos establecido con Argentina”. “Sabemos que se trata de una persona del sector privado –agregó–, pero aun así sus palabras causaron incomodidad.” También aprovechó la ocasión para pasar facturas el presidente de la CNI, Armando Monteiro Neto, quien le envió una carta a su par argentino, el actual titular de la UIA, Alberto Alvarez Gaiani, para expresarle su “repudio a la forma descortés y carente de elegancia” con que Méndez se refirió a Furlan.
Alvarez Gaiani y la conducción de la central fabril no retrocedieron. Por el contrario, redactaron una carta de respuesta a la CNI en la que básicamente sostienen que “Méndez respondió a una agresión” y que “es mucho más grave” que el ataque provenga de un ministro que lo haga un dirigente empresario. Sin embargo, la UIA buscó cubrir las formas y señaló que los comentarios de su futuro presidente no expresan la opinión de la entidad.
Más allá de lo anecdótico, el problema de fondo son las diferencias entre Argentina y Brasil por el perfil que cada país pretende darle al Mercosur. El próximo martes habrá una reunión clave en Río de Janeiro entre funcionarios de ambos países, en la que se discutirá la aplicación de medidas restrictivas al intercambio comercial cuando se constate un aumento desproporcionado de exportaciones de un mercado a otro. Así lo propuso Roberto Lavagna a mediados del año pasado, buscando proteger a la industria nacional, y todavía no obtuvo respuesta del gobierno de Lula, lo que en la práctica equivale a una negativa.
El secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería argentina, Alfredo Chiaradía, encabezará la delegación. El funcionario recibió ayer a Alvarez Gaiani y a otros dos dirigentes de la UIA: Miguel Acevedo y Juan Carlos Sacco. Este último, secretario de la entidad, señaló a Página/12 que “estamos muy satisfechos con el Gobierno porque apuesta a la industria y nos confirmó que mantendrá una postura firme en las negociaciones”. Los empresarios argentinos confían en que si no hay acuerdo con Brasil para limitar el comercio de manera voluntaria, Lavagna cumplirá con su promesa de aplicar salvaguardias unilaterales. Así lo hizo el año pasado para frenar las importaciones de electrodomésticos.

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Héctor Méndez, futuro presidente de la Unión Industrial y Luiz Furlan, ministro de Industria y Comercio de Brasil.
 
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