ECONOMíA
Transportistas detrás del gasoil barato que no fue
Los transportistas buscan en las estaciones de servicio el gasoil que le prometieron vender a 75 centavos. Intentan bajarle impuestos a la importación.
Por Cledis Candelaresi
Los transportistas que consigan dar con alguna de las 120 estaciones de servicio esparcidas por toda la geografía del país, puedan pagar al contado rabioso y tengan sus vehículos absolutamente en regla quizá puedan conseguir el gasoil que necesitan y lo paguen a 75 centavos el litro, condiciones de venta a las que se comprometieron las refinadoras. El resto tendrá que seguir penando por la escasez y carestía de ese combustible, salvo que la ley que se aprestaba a votar anoche Diputados para liberar de impuestos a la importación tenga un efecto inmediato y milagroso.
El 19 de abril las petroleras se comprometieron formalmente ante el Gobierno a normalizar la provisión de gasoil y a favorecer al transporte con un precio especial de 75 centavos, siempre y cuando el dólar no superase los 3,20 pesos y el precio del barril de crudo, los 28 dólares.
Ambas condiciones se cumplen en este momento. Sin embargo, los camioneros tuvieron que acudir al defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, en busca de una autoridad que hiciera cumplir ese compromiso, que quedó en los papeles.
“Nosotros le advertimos al Gobierno que la provisión no se va a normalizar rápido, ya que para que haya más gasoil hay que procesar más crudo (fabricación local) e importar más y libre de impuestos, si se quiere tener un producto más barato”, explicaba anoche ante Página/12 Juan José Aranguren, directivo de Shell que en estos días buscó el consenso en el Congreso para el proyecto que envió el Poder Ejecutivo, eximiendo del impuesto a la transferencia (ITC) al gasoil hasta el 31 de julio, por lo menos. La mencionada petrolera será una de las beneficiarias de la iniciativa que anoche Diputados no logró votar, en la sesión frustrada por los desacuerdos en torno de la Ley de Quiebras. Shell está esperando un cargamento de 106 millones de litros de gasoil desde Rusia, con el que promete sólo un paliativo al problema del desabastecimiento.
Fadeeac, la federación que agrupa a los mayores transportistas de carga, reiteró sus quejas ante legisladores y funcionarios de Energía y Transporte. En el interior, hay dificultades para conseguir gasoil y es poco factible pagarlo menos de 1,10 o 1,20 el litro. “Hay faltantes importantes fuera de Buenos Aires, y apenas el 5 por ciento de las estaciones de servicio venden a 75 centavos”, se lamentaba anoche un directivo de aquella federación.
A raíz de esos problemas, el tiempo de algunos viajes llega a duplicarse y el costo de flete es mayor, con el consiguiente impacto en el abastecimiento y precio de otros productos. Energía, a cargo de Alieto Guadagni, no tomó cartas en el asunto. Fue Transporte la secretaría que recogió el guante e hizo un intento de controlar la situación. Días atrás, Guillermo López del Punta pidió un esfuerzo a las refinadoras para que normalicen la provisión y abaraten el gasoil. Como respuesta, éstas se comprometieron a vender en esas condiciones sólo en 120 estaciones y únicamente a los transportistas de carga o pasajeros que tengan vehículos habilitados y controles técnicos actualizados. En varios despachos oficiales se especula con que muchos transportistas hacen compras por encima de sus necesidades, para cubrirse de futuros ajustes y por eso su demanda no puede ser satisfecha.
Para frenar el desabastecimiento y moderar las subas de precios, la administración duhaldista decidió hacer un sacrificio fiscal y no cobrar el ITC sobre el gasoil que se importa; al mismo tiempo, creó un registro donde todas las refinadoras que exporten deberán detallar sus operaciones. De ese modo, el gobierno podría presuntamente controlar que no se venda afuera el combustible que hace falta para cubrir la demanda interna.
La otra carta oficial son las retenciones, que amén de reforzar la recaudación también sirven para contener los precios internos. El problema es que el Gobierno comenzó a aplicarlas bastante después de anunciar suintención de imponerlas: en ese mes intermedio, las petroleras que exportan aprovecharon para cerrar contratos de venta de combustibles que no serán alcanzados con ese tributo.