ECONOMíA
Pobreza
En las que quizá puedan ser sus últimas declaraciones como presidente del Banco Mundial, cargo que deja el próximo martes 31, James Wolfensohn alertó que “no habrá una paz duradera en el mundo mientras todos los dirigentes no se comprometan con la erradicación de la pobreza”. La crítica del mandamás del Banco, claro está, no estuvo dirigida a las políticas que generan pobreza y desigualdad, sino a los escasos recursos que las naciones ricas destinan al desarrollo. Refiriéndose al rol de los organismos internacionales en la materia, Wolfensohn señaló que “todos estamos en la mira, porque en primer lugar la gente no nos entiende, y segundo porque están frustrados ante la falta de liderazgo global”. Es de esperar que su sucesor, Paul Wolfowitz, tenga mejor suerte.