ECONOMíA › RECOMENDACION DE BANQUEROS CONTRA LA INFLACION
Receta clásica para Redrado
El titular del BCRA buscó opiniones en la city por la suba de precios. No escuchó nada nuevo: subir tasas y dejar caer el dólar.
Por Claudio Zlotnik
Martín Redrado está preocupado por el rumbo que pueda tomar la inflación. Hace unos días admitió que su pronóstico quedó corto y que el índice de este año superará la expectativa del 8 por ciento que el Banco Central se había fijado como meta de máxima para 2005. En los últimos días se agendó varias reuniones con banqueros y economistas de la city para tantear con ellos la marcha de la economía. La receta que le hicieron llegar al banquero central para aplacar el salto de los precios es la de siempre: aumentar las tasas de interés y habilitar una apreciación del tipo de cambio.
Durante las charlas con los profesionales de la city, Redrado dejó entrever que su actuación al frente de la autoridad monetaria es ajena al rebrote inflacionario. Una posición similar a la que adoptó públicamente: en el último Informe de Inflación, en donde el BCRA plantea su visión institucional sobre la economía, el jefe del Central puso la lupa sobre la evolución de los salarios, la presión que está ejerciendo sobre los precios el aumento de la demanda, el “persistente aumento” en el gasto público y hasta el impacto del plan PURE sobre las tarifas eléctricas y de gas. Como puede apreciarse, Redrado se desentendió del fenómeno. Más aún: escribió que “el BCRA continuará reduciendo el estímulo monetario en el marco de las pautas previstas”. Esa fue una señal a los operadores de que no se aprovechará de la maquinita para comprar los dólares en el mercado y así sostener el tipo de cambio. Una política que, de paso, le serviría otra vez para cubrirse de cualquier reproche.
Sin embargo, a los financistas que lo visitaron no les alcanzó con esas definiciones. Quieren que el Banco Central se desmarque del Palacio de Hacienda y de la Casa de Gobierno e impulse medidas tendientes a enfriar la economía. Los manuales de la ortodoxia no dejan demasiado margen para los pedidos, y no sorprenden:
- Primero en la lista figura una suba sensible de las tasas de interés. De esta manera, se lograría una contracción importante de la Base monetaria (la cantidad de pesos en poder del público más los depósitos de los bancos en sus cuentas en el BCRA). Los banqueros reclaman que las tasas de interés dejen de ser menores a la inflación, cuya estimación se ubica por ahora en el 11 por ciento para el año. Para tener una idea, la tasa de las Letras (Lebac) a un año de plazo se ubicó en el 8,45 por ciento en la última licitación.
La hipótesis es que una eventual suba de las tasas impactaría en el costo del fondeo de los bancos. Existe una correlación directa entre los costos de las Lebac y lo que las entidades pagan por los depósitos a sus clientes. También habría un encarecimiento en el financiamiento de las empresas. Todas medidas que enfriarían la economía y también los precios.
Dicho sea de paso, una suba de las tasas redundaría en jugosas ganancias para los banqueros, que engordarían los balances de las entidades con la única condición de prestarle al Estado. Algo que ya están haciendo ahora sin necesidad de un golpe a las tasas debido a que poseen liquidez de sobra que no tienen donde colocar.
- El segundo reclamo es por una apreciación del tipo de cambio. Quieren una baja del dólar. El argumento es que así se frenarían expectativas inflacionarias, aun a sabiendas de que los precios son inflexibles a una baja en la cotización del billete verde.
A favor de la estrategia de Redrado de limitar la expansión monetaria, se espera una sensible disminución en la oferta de divisas de los exportadores, origen del 90 por ciento de los dólares que ingresan al país. El BCRA compró este mes, en promedio, 48 millones de dólares diarios en el mercado. El año pasado adquirió 19 millones cada día.
En contra de aquella estrategia, la base monetaria se encuentra ahora en 54.480 millones de pesos, 500 millones por encima del tope previsto. De cara a vencimientos de Lebac por 5316 millones de pesos en agosto, a Redrado lo aguarda un desafío. ¿Hará lo que le están reclamando los banqueros?