SOCIEDAD
Lo apresan por el robo al Nación cuando
se mudaba a su casa nueva
Un sospechoso del robo de las cajas se seguridad fue detenido cuando se mudaba a una mansión recién comprada. Quiso coimear con 70 mil pesos a la policía. Robaron la caja de Petracchi.
Por Raúl Kollmann
En el caso del robo de cajas de seguridad en el Banco Nación hubo ayer una buena y una mala noticia. La buena fue la detención de José María Aguilera, de 50 años, supuestamente uno de los dos hombres que registraron las cámaras de seguridad en el momento de violentar cajas. El hombre tiene un frondoso prontuario y cuando lo agarraron, en la localidad bonaerense de General Rodríguez, le ofreció 70.000 pesos a los policías para que lo dejaran en libertad. Según fuentes de la investigación, el dato para detectar a Aguilera provino de lo que se conoce en la jerga como “un buche”, o sea un informante. La noticia mala del día fue que el presidente de la Corte Suprema, Enrique Petracchi, denunció que le abrieron su caja fuerte de la casa matriz del Nación. Según afirmó el magistrado, le sacaron sólo un arma de colección, lo que pone un manto de dudas sobre el hecho y parece más una operación para provocar ruido contra la presidenta del banco, Felisa Miceli, que un auténtico robo. Otro dato sorprendente es que de las nueve cajas robadas hasta ahora, sólo cuatro fueron violentadas con una barreta: en los otros cinco casos, incluyendo el de Petracchi, se usaron llaves.
Según los primeros datos que recogió la Secretaría de Investigaciones del Ministerio de Seguridad Bonaerense, Aguilera tiene un frondoso prontuario de estafas y robos a bancos. Incluso llevaba encima un DNI falso y tarjetas de cajero automático relacionadas con el Nación. Los datos aportados por el “buche” permitieron determinar primero que Aguilera se compró en las últimas semanas un Peugeot 307 cero kilómetro y una propiedad en Francisco Alvarez que algunas inmobiliarias de la zona valúan en 200.000 dólares. Un posterior seguimiento llevó finalmente a su detención en un camión de mudanzas cuando, junto a una concubina, su suegra y dos familiares más trasladaba cosas a su nueva mansión. Hasta anoche no se conocían vínculos del individuo con algún empleado del banco.
Tal vez lo más sorprendente de la detención de Aguilera es que conservaba el mismo look con el que se lo vio mientras presuntamente robaba las cajas, o sea la barba candado y los anteojos. Los efectivos de la Departamental de Investigaciones de Mercedes rechazaron la oferta de 70.000 pesos que les hizo Aguilera para que lo dejaran seguir viaje e hicieron la denuncia a la fiscalía. De inmediato se abrió una causa por cohecho –coima–, al tiempo que el juez Norberto Oyarbide, que investiga el caso del robo del Banco Nación, ordenó la detención también por ese hecho. Según parece, el magistrado y el fiscal Carlos Cearras indagarían a Aguilera hoy mismo.
Sobre el mediodía de ayer trascendió el robo al presidente de la Corte. Petracchi mantuvo una reunión el jueves con la titular del Nación y le advirtió lo ocurrido, por lo que el caso le fue transmitido al juez Oyarbide. Un comunicado de la secretaría de prensa de la Corte confirmó el hecho. Con la caja de Petracchi, suman en total nueve los cofres intrusados, con la particularidad de que hubo al menos dos movidas distintas, con métodos diferentes y, según parece, en tiempos distintos.
- Las cuatro primeras cajas fueron robadas en forma casi grotesca, mediante la utilización de una barreta y poniéndole luego Poxipol para cerrar las tapas y que no se notara que habían sido violentadas. Esa operación es la registrada por las cámaras y a esa operación corresponden las imágenes en las que aparecen los dos ladrones.
- Las otras cinco cajas, incluyendo la de Petracchi, no registran aperturas violentas, sino que se utilizaron llaves, es decir que el método fue más sofisticado e incluye una especie de hackeo al sistema de seguridad y a las llaves.
Según los investigadores, en ambos casos debió haber complicidad de empleados de seguridad del Banco, pero además los robos de la primera tanda se hicieron en momentos diferentes a la segunda tanda. Esta última se produjo más o menos un mes después de los robos registrados en las imágenes.
Tres empleados del Nación fueron citados por Oyarbide a declaración indagatoria para la semana próxima. El hecho ya produjo una fuerte polémica y es posible que los dirigentes gremiales recusen a Oyarbide. Sucede que los sindicalistas sostienen que haber difundido públicamente los nombres de los empleados sospechados produce un daño irreparable. Los gremialistas presionaron ayer a la titular del Nación para que defendiera a los empleados, pero la funcionaria dejó trascender que el banco no pondría ningún obstáculo a la investigación judicial. Por de pronto, el juez Oyarbide, a raíz de la detención de Aguilera, estableció el secreto de sumario.