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Superado por la insistencia del Presidente y el ministro de Economía en anticipar los datos de desempleo del segundo trimestre, el Indec decidió ayer dar a conocer un inusual anticipo del índice, que corrobora lo ya expuesto por Néstor Kirchner y Roberto Lavagna: la desocupación del segundo cuarto del año promedió el 12,1 por ciento. A dicho resultado se arriba considerando como ocupados a los beneficiarios del Plan Jefas y Jefes de Hogar que realizan una contraprestación laboral por el mismo. Si se considera a todas esas personas como desempleadas, la tasa de desocupación se eleva al 15,7 por ciento. Si sólo se toma como desocupados, dentro de ese grupo, a aquellos “que buscan activamente trabajo”, la tasa resulta del 13,9 por ciento.
De acuerdo con el calendario de publicaciones del Indec, el índice de desempleo del segundo trimestre debía ver la luz el 15 de septiembre. Pero tanto el presidente de la Nación como su ministro de Economía prefirieron difundir los datos preliminares para vanagloriarse de la baja de la tasa de desocupación, tanto con respecto al trimestre anterior como en relación al mismo trimestre del año pasado. En el segundo trimestre de 2004 había alcanzado al 14,8 por ciento (considerando ocupados a los que cobran un Plan Jefas por su tarea) y en el primer trimestre de este año, al 13 por ciento. El 12,1 por ciento registrado en el segundo trimestre iguala la tasa del cuarto trimestre del año anterior. En cuanto a la subocupación, fue en la última medición del 12,8 por ciento, prácticamente en línea con el primer trimestre (12,7 por ciento), pero sensiblemente por debajo de los registros del segundo trimestre de 2004 (15,2 por ciento).
Los datos parciales dados a conocer ayer por el Indec no incluyen la medición por aglomerado urbano, lo que no permite decir por regiones cuáles mejoraron más y cuáles no. En cambio, el organismo realiza una cuantificación global de dichos aglomerados calculando que, sobre una población urbana total de 23,3 millones de habitantes, 10,6 millones la población económicamente activa (ofrecen su trabajo en el mercado), de los cuales ocho millones estarían plenamente ocupados, 1,3 millón subocupados y los restantes (1,3 mi-llón) se encuentran desocupados.
La baja del desempleo con respecto a los años anteriores (en 2003 promedió el 17 por ciento, en 2004 el 15) se produjo en paralelo a un crecimiento constante en el producto bruto al nueve por ciento anual. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, sostuvo ayer que la baja del desempleo “es producto de que la economía se mueve y las industrias invierten, las empresas crecen y demandan mano de obra”.
Pese a que la subocupación se mantuvo en los niveles del trimestre anterior, en el Palacio de Hacienda consideraron que lo trascendente es el fuerte descenso con respecto a los registros del año pasado. “Esta baja en la subocupación muestra una mejora en la calidad del empleo, un aumento en las horas trabajadas y que se fortalecen las relaciones laborales”, señaló una fuente de esa cartera. El ministro de Economía subrayó en los últimos días que en los últimos tres años se crearon 2,5 millones de puestos de trabajo, “el 80 por ciento de ellos en el ámbito privado”. Y destacó que esto “es producto de un plan que pone el acento en la producción y en la creación del empleo”. La preocupación oficial sigue siendo el empleo en negro, condición en la que se encontraría alrededor de la mitad de los trabajadores que se desempeñan en el sector privado.