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La Corte Suprema de Justicia ordenó suspender un remate hipotecario al aceptar un recurso presentado por un deudor que, antes de la devaluación de la moneda, contrajo un préstamo por 37 mil dólares, informaron fuentes judiciales. “Me siento aliviado, iban a rematarme la casa el lunes próximo. Mi situación es la misma que padecen muchos deudores hipotecarios que tomaron un crédito en dólares para comprar una vivienda o para trabajar y después de la devaluación no pudimos pagar ni los intereses”, destacó Oscar Antonio Hernández, el beneficiario de la decisión judicial.
Al aceptar el recurso de queja, la Corte Suprema consideró que el caso involucra cuestiones de orden federal, pues la mora en el pago del préstamo hipotecario se produjo en medio de la emergencia económica de 2002. Hernández, no obstante, había resultado amparado por la ley 25.798 mediante la cual el gobierno de Néstor Kirchner refinanció las deudas hipotecarias a través de un fideicomiso administrado por el Banco Nación.
Pero si bien dicha ley resultaba obligatoria para acreedores privados, la prestamista en este caso, Rosa Parrinello, la impugnó ante los tribunales y demandó a Hernández en un pleito que transitó por el juzgado civil 51 y la sala A de la Cámara de Apelaciones de ese fuero, quienes aceptaron la impugnación antes de llegar a la Corte. Al llegar al Tribunal Supremo, éste, con los votos de los ministros Ricardo Lorenzetti, Eugenio Zaffaroni, Juan Maqueda, Elena Highton de Nolasco y Carmen Argibay, ordenó “la suspensión de los procedimientos de ejecución” de la hipoteca, mediante un fallo firmado el 27 de septiembre pasado y que trascendió dos días después.
La vivienda que habita Hernández junto a su familia, situada en la localidad bonaerense de Lomas del Mirador, iba a ser rematada el próximo lunes. Hernández exhortó “al Gobierno, que tiene buenas intenciones, a solucionar el problema de todos los deudores”.