ECONOMíA
Lavagna tiene cada vez más plata en el colchón
El superávit primario de septiembre fue de 1617 millones de pesos y ya van 16.900 en el año, contra una meta de 14.300 millones. El excedente está en línea con lo que pide el FMI.
A pesar de las advertencias de los economistas de la city por un supuesto desborde del gasto público a causa de las elecciones, el superávit fiscal sigue superando las metas establecidas. En septiembre alcanzó a 1617 millones de pesos, por lo que en nueve meses las cuentas del Estado acumularon un saldo positivo de 16.886 millones. Se trata del superávit primario, que se contabiliza antes del pago de intereses de la deuda. El objetivo que se había fijado el Gobierno para todo 2005 era de un excedente de 14.300 millones, ya largamente rebasado cuando todavía falta un trimestre para el cierre del año.
En el proyecto de Presupuesto para el presente ejercicio se planteó que el superávit primario debía ser equivalente a 3,2 puntos del Producto Bruto. El Ministerio de Economía ya corrigió esa cifra: su última estimación es que alcanzará a 3,5 puntos del PIB, unos 18.300 millones de pesos. Sin embargo, el consenso entre los consultores económicos es que el superávit rondará entre 3,7 y 3,8 puntos del Producto. Eso deja las cosas muy cerca de los requerimientos del Fondo Monetario, que pide 4 puntos. El Gobierno se niega a aceptar ese compromiso por escrito en el marco de un acuerdo, pero en los hechos prácticamente cumple con el pedido del FMI.
Roberto Lavagna defiende la permanencia de un superávit elevado, a pesar de las urgencias sociales, porque actúa como “ancla” para el modelo: permite contener la inflación, ayuda a sostener un tipo de cambio competitivo y otorga grados importantes de “libertad” para el manejo de la política económica. La crítica por izquierda es que el dinero podría utilizarse para universalizar los planes sociales, antes que para el pago de la deuda.
Respecto de los resultados de septiembre, los ingresos ascendieron a 12.235,7 millones de pesos y los gastos, a 10.618,7 millones. De allí el superávit primario de 1617 millones. Cuando a esa cifra se restan los 707 millones por el pago de intereses de la deuda, el superávit financiero se reduce a 910 millones. Del total de erogaciones por servicios de la deuda, 264,7 millones de pesos correspondieron a compromisos internos y los 423,3 millones a deuda externa.
El superávit de septiembre aventajó únicamente a los registros alcanzados en febrero y marzo, cuando el saldo positivo fue de 1365 y 1234 millones de pesos, respectivamente. En cambio, fue inferior a los niveles logrados en enero (1642 millones), abril (2240 millones), mayo (3306 millones), junio (1800 millones), julio (1836 millones) y agosto (1845 millones).
Entre los ingresos corrientes, los más importantes fueron los tributarios, con 8608 millones de pesos, y las contribuciones a la seguridad social, con 1547,4 millones. En cuanto a los gastos corrientes, los más relevantes son los realizados por transferencias corrientes (comprende las realizadas los sectores público, privado y externo) con 4792,8 millones, las prestaciones de la seguridad social con 1994 millones y los gastos de consumo y operación con 1385,4 millones.