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“¿Pero ustedes no sabían que la libertad de empresa, como principio sagrado, es para la gilada?”, pensaron al unísono –consultados telepáticamente por Página/12– el senador norteamericano Charles Schumer y el presidente de los laboratorios Roche para América del Norte, George Abercrombie. La empresa farmacéutica aceptó compartir con varios fabricantes de genéricos de Estados Unidos la licencia para fabricar el antiviral oseltamivir, utilizable en caso de que se desate la pandemia de gripe. Schumer, del partido Demócrata, había encontrado apoyo de los legisladores republicanos para presionar a la empresa, amenazándola con una ley que la obligara a ceder sus derechos de patente. Estados Unidos se convierte así en el primer país en dar pasos concretos para ampliar la producción del antiviral, que Roche no podría abastecer por sí misma en las cantidades requeridas y dentro de plazos razonables. Corea también manifestó su decisión de avanzar en ese sentido y lo mismo podría pasar en la India. Entre tanto, se anunció ayer el fallecimiento, en Tailandia, de un afectado por la gripe aviaria. Los países europeos se comprometieron a acopiar antivirales y el comisionado de salud de la Unión Europea subrayó que “en caso de pandemia, ningún país correrá menos riesgos que otros”.
Luego de reunirse con Abercrombie, el senador Schumer declaró que Roche aceptó no aumentar los precios e iniciar conversaciones con los laboratorios estadounidenses Teva, Barr, Mylan y Ranbaxy a fin de otorgarles licencias subsidiarias para fabricar el oseltamivir, que Roche vende bajo el nombre Tamiflu. Además, “el gobierno podría designar a otras empresas para que también produzcan el medicamento”, agregó el senador. Schumer y su colega republicano Lindsey Graham expresaron, en un comunicado conjunto, que “una sola empresa no puede manejar toda la demanda cuando se le están encargando cientos de millones de dosis”. La decisión sobre qué empresas recibirán la licencia, por la que Roche cobrará una regalía, “será realizada por la compañía en colaboración con el gobierno de Estados Unidos y otros países”, precisó Schumer.
Roche había comunicado al gobierno de Estados Unidos que sólo a finales de 2007 podría completar las dosis suficientes para un 25 por ciento de la población, nivel que ha sido sugerido desde la Organización Mundial de la Salud (OMS). El oseltamivir no es exactamente una cura para la gripe aviaria causada por el virus H5N1, pero se admite que puede contribuir a reducir la gravedad de la enfermedad, a condición de que se lo administre dentro de las primeros dos días de la aparición de los síntomas.
James Love, titular de la ONG estadounidense Consumer Project on Technology, afirmó que “todo gobierno que no tenga suficiente provisión de Tamiflu debería otorgar licencias compulsivas”, es decir, por fuera del régimen internacional de patentes.
La Administración de Alimentos y Drogas de Corea manifestó su propósito de producir una versión genérica del oseltamivir sin requerir aprobación de Roche, ya que “las leyes internacionales de patentes establecen que, cuando el producto es necesario para prevenir una crisis extrema, no se requiere el consentimiento del poseedor de la patente. Hemos empezado consultas legales para decidir si tal excepción es válida en este caso”.
En la India, la empresa Cipla se manifestó en condiciones de producir el oseltamivir. Su director, Amar Lulla, dijo que hasta ahora no estableció contactos formales con Roche debido a “dudas sobre la validez de la patente de esa empresa en la India” y que Cipla estaría en condiciones de producir un millón de dosis del antiviral en un lapso de seis meses.
La firma Roche experimentó un incremento del 17 por ciento en sus ganancias en los últimos tres meses, relacionado con el aumento en las ventas de Tamiflu, que llegaron a 207 millones de dólares en el trimestre.
Ayer en Tailandia se anunció la muerte de un hombre de 48 años a consecuencia de la gripe aviaria, luego de faenar y preparar un pollo del gallinero de su vecino; uno de los hijos de la víctima, de siete años, se encuentra en grave estado. Las autoridades sanitarias tailandesas detectaron también el virus en gallos de pelea, además de en aves de criadero. La cantidad de víctimas mortales de la gripe aviaria llega a 61: 41 en Vietnam, 13 en Tailandia, cuatro en Camboya y tres en Indonesia.
Los ministros de Salud de la Unión Europea decidieron trabajar en conjunto para dar respuesta a la llegada de la gripe aviaria a ese continente; de todos modos, “cada Estado miembro será responsable de desarrollar sus propios planes y sus propios acopios de antivirales”, establecieron. Markos Kyprianou, comisionado europeo para la Salud, advirtió que, en caso de desatarse la pandemia, “ningún país estará en menor riesgo que otros de ser afectado”.