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Poco a poco el gobierno de Eduardo Duhalde va concretando su estrategia de contentar a los gobernadores provinciales. Así como le anunció el viernes a los mandatarios justicialistas el pago de la deudas por coparticipación federal –lo que le permitió que apoyaran la ley que pone fin a la convertibilidad–, ahora lo están haciendo con los gobernadores de la oposición. Ayer, el Presidente se comprometió frente al chubutense José Luis Lizurume a saldarle la deuda en 15 días más.
Tras un encuentro que mantuvo con Duhalde y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, el gobernador Lizurume anunció con una sonrisa de oreja a oreja que le pagarán la totalidad de la deuda que el Estado nacional mantiene con su provincia. Reconoció que lo que recibirá será todo en Lecop. Pero esto poco le importa a Lizurume. Tanto él como cualquiera de sus colegas gobernadores saben que estas letras les permitirá pagar salarios y aguinaldos, descomprimiendo la tensión social que vive la casi totalidad de las provincias.
La pelea entre la Nación y provincias por la deuda por coparticipación federal no es menor. Al gobierno de Fernando de la Rúa, por caso, le insumió más de un mes poder llegar a un acuerdo que no pudo cumplir.