Todavía no está claro si el Gobierno logrará solucionar en el área metropolitana (Capital y partidos del GBA) el déficit habitacional. Pero no hay duda de que, a este ritmo, lo resolverá en Santa Cruz. La provincia lidera el ranking de construcción de viviendas sociales por habitante en el país: desde enero hasta la segunda semana de agosto, el gobierno nacional invirtió allí 293 pesos por habitante en “vivienda y desarrollo urbano”, muy por encima de los 66 pesos per cápita gastados en el Chaco y los 20 pesos en Capital Federal. Los fondos para planes habitacionales girados a Santa Cruz son similares a los transferidos a Mendoza, donde residen 8 veces más personas, y sólo algo inferiores a los destinados a Córdoba, con 15 veces más pobladores.

La Secretaría de Hacienda de la Nación actualiza de manera semanal la ejecución del presupuesto nacional, en todas las áreas, y su distribución a nivel geográfico, por provincias. Página/12 accedió a las planillas de distribución de fondos de los planes de “viviendas y desarrollo urbano” en la órbita del Ministerio de Planificación Federal; y de los principales programas del Ministerio de Desarrollo Social.

Dichos programas son las típicas transferencias discrecionales –no automáticas– realizadas desde la Nación, las cuales se supone deberían guiarse por una evaluación de las necesidades insatisfechas de vivienda y asistencia social en las distintas regiones del país. Sin embargo, al igual que en los años noventa, la discriminación política y el favoritismo de la Rosada parecieran ser la regla.

Actualizadas al 13 de agosto pasado, las planillas de Hacienda muestran que en el 2006 Santa Cruz es la más beneficiada de las transferencias desde la Nación, a la vez que se acentúan los desequilibrios regionales:

- Entre enero y mediados de agosto, se enviaron a Santa Cruz casi 60 millones de pesos para la construcción de viviendas. Es equivalente a 293 pesos por habitante, en una provincia con sólo 204 mil pobladores. Es el doble de los recursos transferidos para viviendas populares en la ciudad de Buenos Aires.

- Chaco, gobernada por Roy Nikisch, el único radical no alineado con la Rosada, recibió 66 pesos por habitante en fondos para viviendas; Neuquén, del opositor Jorge Sobisch, 71 pesos; y San Luis, de los Rodríguez Saá, 39 pesos.

- La discriminación política no es de los dirigentes, buenos o malos, que gobiernan esas provincias, sino de los argentinos carenciados que allí residen y sufren la postergación de la ayuda oficial. Pero más allá de la discriminación política, es notable la ausencia de criterios objetivos para asignar recursos nacionales sobre la base de las penurias de la población. Formosa, del sempiterno oficialista del justicialismo Gildo Insfrán, recibió en viviendas 64 pesos por habitante; y Santiago del Estero, administrada por el radical kirchnerista Gerardo Zamora, sólo 61 pesos. Son dos de las provincias con mayor pobreza. Pero no hay parámetro racional que lo contemple en el reparto.

Midamos con la vara sureña: para Formosa, con 2,5 veces los habitantes de Santa Cruz, el gobierno nacional transfiere menos de la mitad de los recursos para viviendas populares. Para Santiago, donde moran 4 veces más personas, un 20 por ciento menos.

Igualmente, siempre hay que ver el lado positivo de la información. Por lo menos en Santa Cruz pronto ya no habrá inquilinos.