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La decisión de los comerciantes minoristas de rechazar la mercadería remarcada por encima de un 10 por ciento está teniendo un alto acatamiento. Según datos de Fedecámaras, la federación que nuclea al sector, en el 70 por ciento de los casos los almaceneros han vuelto atrás con sus compras y, cuando la aceptaron, las operaciones se concretaron bajo protesta. Una decisión similar adoptaron los empresarios nucleados en la Federación Económica Bonaerense, que abrieron un registro para denunciar maniobras especulativas y de remarcaciones, para entregarla a las autoridades provinciales. En tanto, el secretario de Defensa de la Competencia y del Consumidor, Hugo Miguens, advirtió que quienes especulen con el abastecimiento de productos “serán duramente sancionados” y sus nombres “serán difundidos a los medios”.
El rechazo de la mercadería ha sido un fenómeno espontáneo antes que una acción coordinada entre las distintas cámaras del sector. En los últimos días, se recibieron denuncias sobre incrementos que van desde el 15 al 40 por ciento en algunos productos de primera necesidad como la harina, el azúcar y el aceite. Según el testimonio de pequeños comerciantes, en muchos casos las partidas volvieron a los galpones de los mayoristas, a la espera de un reacomodamiento de los precios. En otros, los almaceneros decidieron absorber el incremento.
Miguens recibió un reclamo de la Federación de Autoservicios, Almaceneros y Minoristas bonaerenses para que sancione a las empresas remarquen precios injustificadamente o desabastezcan a la población. El funcionario recibirá hoy al titular de Fedecámaras, Rubén Manusovich, quien le propondrá constituir un comité de seguimiento de precios junto con las entidades de defensa del consumidor. “El verdadero control lo están llevando a cabo los comerciantes y los consumidores, porque la Secretaría de Comercio no tiene inspectores”, expresó Manusovich.