Sábado, 3 de marzo de 2007 | Hoy
ECONOMíA › VOLVIERON A CAER LAS BOLSAS. JAPON, EL MAS AFECTADO
Por Claudio Zlotnik
Las bolsas cerraron con nuevas caídas una semana agitada. En Buenos Aires, el índice MerVal perdió 2,0 por ciento y acumuló un quebranto del 9,3 por ciento en la semana. El indicador quedó por debajo de los 2000 puntos: exactamente en 1997,6. Los balances en rojo se extendieron por Wall Street, donde el Dow Jones cayó 1,0 por ciento y el Nasdaq, el 1,5, y los recintos de Europa, con mermas de entre 0,5 y 0,7 por ciento. Ayer, Japón quedó en el ojo del huracán.
A media tarde, tanto Wall Street como los recintos de América latina operaban levemente en terreno negativo. Las órdenes de venta se aceleraron cuando trascendió que importantes fondos de inversiones internacionales estaban desarmando carteras con el objetivo de cancelar deudas tomadas en Japón. Esa migración en el flujo de capitales redundó en una revaluación del yen, que pasó de 117,50 a 116,50 unidades por dólar.
La operación financiera que quedó en el centro de la escena y que está generando pánico entre los inversores se denomina “Carry Trade” y consiste en lo siguiente: grandes fondos de inversión se endeudan a tasas muy bajas en determinados mercados para adquirir activos financieros o commodities en otros lados. En concreto, esta ola especulativa vino ocurriendo en Japón y, en menor medida, en Suiza.
Los inversores tomaron préstamos en yenes y adquirieron bonos y acciones en Europa, Medio Oriente y Africa, según consignó un informe de la consultora Research for Traders. En menor medida compraron papeles en América latina. En medio de las turbulencias en China, donde el gobierno puso un freno a los créditos bancarios que tengan como destino el mercado bursátil, los grandes fondos empezaron a desarmar posiciones para apresurarse a devolver los créditos tomados en Tokio. Como la moneda viene revaluándose frente al dólar, no quieren tener quebrantos. Hace una semana, el yen cotizaba a 122 por dólar. “Los analistas habían previsto una revaluación, pero leve. El nivel actual, de 116,50, era esperado recién para fin de año”, explicó a Página/12 Darío Epstein, de Research for Traders. La corrida está generando caídas en las principales bolsas porque para devolver los préstamos en yenes, los inversores liquidan sus tenencias en activos de otros países.
En algunos bancos de la city porteña y de Wall Street creen que la movida es de corto alcance. La suposición se basa en que el gobierno japonés pondrá límites a la revaluación, ya que teme que una mayor fortaleza del yen enfríe la economía, como ocurrió en otros momentos. Los pesimistas arguyen que a Tokio no le será nada fácil detener la ola de cancelaciones bancarias.
Los alcances de este movimiento especulativo están en duda. Es posible que se limiten estrictamente a lo financiero y no impacten sobre la economía real. En este sentido, la preocupación de los financistas gira, más que en Japón, alrededor de lo que sucede con la economía estadounidense. El temor radica en que la actual desaceleración –en el último trimestre de 2006, el PIB creció apenas el 2 por ciento– devenga en recesión, tal como advirtió Alan Greenspan. Un estudio que acaba de difundirse dio cuenta de que la confianza de los consumidores estadounidenses registró una fuerte caída durante febrero. La encuesta se realizó en los días previos al derrumbe bursátil de comienzos de la semana.
En la Argentina, además de la baja de las acciones, también los bonos terminaron negativos. Ayer cedieron entre 1,2 y 1,5 por ciento. En tanto, el dólar cedió un centavo: cerró en 3,11 pesos para la venta en las casas de cambio, a pesar de que el Banco Central adquirió alrededor de 45 millones de dólares para sostener la cotización. Las reservas ya se encuentran en 35.050 millones. Para el Gobierno, ése es un buen reaseguro contra un eventual agravamiento de la tormenta financiera.
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