Argentina y Ecuador coincidieron ayer en impulsar la idea de que los países integrantes del Banco del Sur tengan derecho de voto por igual dentro del directorio de la aún no constituida entidad. La ministra de Economía, Felisa Miceli, recibió ayer a su par ecuatoriano, Ricardo Patiño, con quien analizó detalles del proyecto para crear el organismo, del que en principio participarán estas dos naciones más Brasil, Paraguay, Venezuela y Bolivia.

El punto del derecho a voto que tendrá cada integrante es uno de los temas en los que quedaron esbozadas algunas diferencias durante el encuentro de ministros a principios de este mes en Quito, Ecuador. Allí quedaron reflejadas dos posturas: una, la de igualdad de derecho a voto de cada país miembro; la otra, la de mantener cierta proporcionalidad en función de los recursos que aporte cada país. Esta última postura habría sido defendida, en el encuentro ministerial, por Brasil. Sin embargo, en ese momento se eludió el debate y se postergó una definición sobre el punto.

“Más allá de cuánto sea finalmente el aporte de capital a la sociedad, hay consenso de que exista una igualdad en la integración societaria”, expresó un portavoz del Ministerio de Economía a la prensa, lo que fue interpretado como un intento de debilitar la propuesta que, además de Brasil, podría ser recogida con cierto beneplácito por Venezuela.

En defensa de la propuesta del voto igualitario de los países integrantes, quienes la promueven sostienen que es una clara diferenciación del criterio impuesto en los organismos internacionales que funcionan bajo control de los países industrializados (Grupo de los 7), como es el caso del Fondo Monetario Internacional.

Los ministros de los seis países adheridos al proyecto del Banco del Sur volverán a reunirse el martes 22 en Asunción, donde buscarán avanzar en cuanto al diseño y a la formulación de objetivos de la entidad, cuyo lanzamiento formal espera poder concretarse un mes después, antes del 26 de junio. Durante el encuentro de ayer entre Miceli y Patiño se hizo un repaso también a las relaciones bilaterales y al comercio entre los dos países. La intención es poder encontrar nuevas áreas de complementación para incrementar el intercambio, que el año pasado alcanzó a casi 400 millones de dólares.