Unos 45 mil estudiantes de la UBA recibirán cobertura médica gratuita de la universidad. El servicio estará disponible desde junio para todos los alumnos que no tengan otra cobertura, pública o privada. Creado la semana pasada, el nuevo Plan de Atención Sanitaria no requerirá una inversión presupuestaria extra, sino que se pondrá en marcha apelando a la capacidad ociosa de la Dirección de Salud y mediante convenios con la red hospitalaria dependiente de la universidad.

Todos los estudiantes de la UBA conocen la Dirección de Salud: tiene sede en Hidalgo 1067 y es el lugar donde se realiza el examen sanitario obligatorio. En ese mismo lugar tendrán que presentarse los que requieran atención médica. “Les vamos a ofrecer atención primaria de la salud, con un procedimiento muy sencillo –explicó Oscar García, secretario de Extensión universitaria y bienestar estudiantil de la UBA–. El estudiante se va a tener que acercar y pedir un turno. Va a ser atendido en los consultorios externos, ahí se le va a hacer un diagnóstico presuntivo y se lo va a derivar a los laboratorios clínicos que funcionan en el mismo edificio. Con esos análisis ya realizados, va a volver a ver al médico clínico, que va a poder hacer un diagnóstico preciso y lo va a derivar a un especialista.” Las áreas especializadas con que cuenta la dirección son cardiología, neurología, infectología, dermatología y ginecología.

Como la población estudiantil de la UBA está constituida por una franja etaria joven, las estadísticas avisan que las patologías complejas con escasas, si no excepcionales. “Los casos que resulten más graves van a ser derivados a los hospitales de la red universitaria que correspondan. Para eso estamos terminando los convenios.” Las instituciones que dependen de la universidad son el Hospital de Clínicas, el Instituto de Investigaciones Médicas Lanari, el Instituto de Oncología Roffo, el Instituto de Tisioneumología Vacarezza y el hospital odontológico de la Facultad de Odontología. “En psicología, vamos a incluir un área de psicodiagnóstico, pero por ahora no habrá tratamiento terapéutico.”

Habrá dos únicos requisitos para acceder al beneficio: ser estudiante de la universidad y no tener otra cobertura de salud. Para deslindar a quienes reúnen las condiciones, la Dirección de Salud sólo se basará en las historias clínicas de los estudiantes, donde consta la información. Según los datos oficiales, en la actualidad un 15 por ciento de la matrícula de la universidad carece de cobertura: serían unos 45 mil alumnos, sobre los más de 300 mil que estudian en la UBA.

Aprobado por unanimidad en la última sesión del Consejo Superior, el plan sanitario surgió de un viejo expediente que acumulaba solicitudes y propuestas de diversas facultades, incluso uno de la propia Dirección de Salud. “Era un despropósito no hacer el programa, porque los recursos están, no hacen falta fondos extra. Sí serían necesarios fondos para mejoras edilicias, pero si seguimos esperando las condiciones ideales no podríamos hacer nada en la universidad”, agregó García. La mayor parte del trabajo recaerá en la Dirección de Salud, donde la capacidad operativa alcanzaría para atender a entre 250 y 300 estudiantes por día, un potencial que –según las autoridades– hoy está prácticamente en desuso.