El mercado financiero experimentó ayer una nueva jornada de tensión. A la incertidumbre que viene generando la crisis del mercado de hipotecas en Estados Unidos se le sumó el anuncio de la inflación de julio, que se ubicó por debajo de lo esperado, impactando negativamente entre los inversores que poseen papeles ajustables por precios minoristas. La Bolsa cayó 1,9 por ciento y los bonos retrocedieron 0,13 por ciento en promedio. El dólar minorista se mantuvo sin cambios y el mayorista tampoco registró variantes, aunque operó en alza durante la mayor parte del día. Las reservas, por su parte, perforaron el piso de 44 mil millones de dólares. En el Central aseguraron a Página/12 que esa baja no se debió a su intervención en el mercado de cambios, la cual calificaron como “neutra”.

En la Bolsa se registraron 61 bajas, 10 alzas y cuatro papeles sin cambios. Entre las empresas líderes, las pérdidas más importantes fueron para YPF (-5,93%), el Grupo Financiero Galicia (-4,58%) y Petrobras Energía (–3,55%). La abrupta caída de más del 4 por ciento en la cotización internacional del petróleo (debido a las menores expectativas de crecimiento de Estados Unidos) golpeó a las energéticas, mientras que en el caso de los bancos influyó fundamentalmente la difusión del índice de inflación, pues el 0,5 por ciento fue menor a lo esperado por el mercado, impactando en los papeles de las entidades que poseen títulos ajustables por CER. Wall Street, en cambio, registró una suba superior al 2 por ciento, su mayor suba desde octubre de 2002 por la caída del crudo, el optimismo previo a la reunión de la Reserva Federal y la demanda de acciones del sector financiero. El resto de las Bolsas de la región habían estado cayendo, pero al final repuntaron, dejando a la Bolsa de Buenos Aires en una caída solitaria.

Las reservas internacionales también cayeron. En esta ocasión, la disminución fue de 44.002 a 43.901 millones de dólares. Sin embargo, desde el Central destacaron a este diario que no se debió a la intervención de la entidad en el mercado de cambios, pues el saldo de las compras y ventas resultó “neutro”. El viernes, la baja se había debido al desembolso destinado a afrontar el vencimiento del Boden 2012 por 2530 millones de dólares y, según el Central, ayer también incidió ese factor, pues no todos los clientes retiran los fondos el día del vencimiento. “Algunos vienen los días posteriores y entonces los bancos recurren a sus cuentas de efectivo mínimo para poder devolver el dinero”, destacaron.

Más allá de la explicación oficial, lo cierto es que las reservas hace varios días abandonaron el ritmo ascendente que venían teniendo desde que se le pagó al FMI, en enero de 2006. En el mercado aseguraron que la jornada fue muy agitada. “Existe una mayor desconfianza por parte de los pequeños inversores tras los últimos repuntes del tipo de cambio. Aunque no es una corrida, esa situación llevó a las entidades privadas a tomar más posiciones en dólares”, señaló a Página/12 Fernando Izzo de ABC Mercado de Cambios.