Lunes, 13 de agosto de 2007 | Hoy
“El sistema financiero local sabe que el Banco Central es un sólido prestamista de última instancia”, aseguró el secretario general de la entidad bancaria, Carlos Pérez.
Por Fernando Krakowiak
El gerente general del Banco Central, Carlos Pérez, aseguró ayer que la entidad tiene “poder de fuego” para enfrentar los efectos de una posible crisis financiera internacional. De esa forma buscó llevar tranquilidad a los mercados horas antes de la apertura de las operaciones de hoy. No obstante, admitió que las turbulencias provocarán una desaceleración en el ritmo de crecimiento. “Seguro que van a disminuir las tasas de crecimiento económico internacional y eso no sólo afectará a economías del Primer Mundo sino también a países como la Argentina”, sostuvo.
La evolución de los mercados depende fundamentalmente de las expectativas. Si los inversores creen que las cotizaciones de los bonos y las acciones se van a derrumbar intentarán anticiparse a esa tendencia. Eso los llevará a vender sus papeles para descontar pérdidas futuras acelerando la caída, en lo que se conoce como una profecía autocumplida.
Los bancos centrales de Europa, Estados Unidos, Japón y Australia intervinieron muy fuerte en los mercados a fines de la semana pasada para llevar tranquilidad a los inversores y evitar que se generalice una corrida luego del “corralito” que fijó el BNP Paribas. Al otorgar en conjunto casi 350 mil millones de dólares a bancos y fondos de inversión intentaron modificar las expectativas dejando en claro que no permitirán que las entidades se caigan.
El Banco Central hizo lo propio en el mercado local durante los últimos días al evitar que la cotización del dólar suba y ayer dejó en claro a través de uno de sus principales funcionarios que el sistema financiero está líquido y que de ser necesario la entidad está dispuesta a utilizar sus reservas para que no haya sobresaltos. Lo mejor es que los inversores crean que el banco está en condiciones de frenar una eventual corrida. De ese modo, ni siquiera tendrá que demostrarlo.
En declaraciones al programa De haberlo sabido de Radio América, Pérez aseguró que “el sistema financiero local sabe que el Banco Central es un sólido prestamista de última instancia: la liquidez obligatoria de los bancos es muy superior a la liquidez técnica, en aproximadamente 20 mil millones de pesos”.
También sostuvo que el Central no les dará cabida a los fondos de corto plazo que quieran sacar provecho del mercado de cambios, pero que “con otro ojo está mirando que no haya expectativa inflacionaria”. Es decir, el dólar será más volátil para intentar ponerle freno a la bicicleta financiera, pero sin dejar que la cotización se escape para evitar subas en los precios internos. El número dos del Central admitió también que la situación financiera externa provocó una suba en la tasa de interés de los préstamos interbancarios, pero sostuvo que “por ahora” esa situación no impactará en los intereses de los préstamos personales e hipotecarios.
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