La industria automotriz aminoró levemente su marcha en septiembre. La producción de vehículos, las ventas y las exportaciones resultaron algo más bajas que en agosto. De todos modos, mantuvieron la tendencia de firme crecimiento en comparación con igual mes de 2006 que se observa desde comienzos de año. La fabricación y la colocación de unidades en mercados externos marcaron un record histórico para el mes de septiembre. Los datos fueron proporcionados por Adefa, la cámara que agrupa a las diez terminales radicadas en el país.

La entidad aprovechó la difusión del informe sobre el desempeño de la industria para aclarar que tanto en las plantas fabriles como en las redes comerciales las empresas cuentan con un stock de 91.600 unidades, “suficiente para el abastecimiento del mercado de dos meses”. El dato busca llevar tranquilidad frente a versiones sobre la existencia de problemas para la provisión de vehículos, que darían lugar en algunos casos a largas demoras.

Las terminales despacharon a los concesionarios el mes pasado 47.610 unidades, 2,1 por ciento menos que en agosto, pero 21,0 por ciento por encima de septiembre de 2006. En nueve meses, la suba fue del 36,8 por ciento, hasta llegar a los 416.469 vehículos vendidos. La expectativa de las automotrices es superar las 560.000 unidades cuando termine el año, cifra que se convertiría en record histórico. Más allá del desempeño en 2007, las compañías consideran que las condiciones estructurales de su mercado y las perspectivas económicas del país les permitirán prolongar la expansión a altas tasas en los próximos tres años. Las diez empresas proyectan inversiones por 3500 millones de dólares hasta 2010, a lo que se suman 100 millones que desembolsará la japonesa Honda para instalar una planta en el país, en la localidad de Campana, que empezará a producir en 2009.

Las ventas al exterior son fundamentales para el sector. Argentina se convirtió en una plataforma importante para el Mercosur y para América latina –en este caso, gracias a los acuerdos de intercambio con aranceles preferenciales con México y Chile–, y paulatinamente fue ganando otros mercados, al punto de que en la actualidad exporta vehículos a 84 países. A esa lista se sumó Dinamarca el mes pasado. En septiembre se exportaron 32.924 unidades, la cantidad más alta para ese mes en la historia, aunque resultó un 6,3 por ciento inferior a la de agosto. En comparación con el año pasado, hubo una suba de casi el doble de los envíos: 48,2 por ciento. Entre enero y septiembre, las ventas al exterior totalizaron 217.454 unidades, 36,8 por ciento más que en igual período de 2006.

Brasil sigue siendo el principal mercado, con una participación del 56,7 por ciento (137.518 unidades), seguido por México con 14,5 por ciento de participación, el resto de América (7,8 por ciento), Chile (5,2) y Centroamérica (4,8).

La producción de vehículos también fue record para el mes de septiembre, superando en 2949 unidades la marca anterior, de 1998. Pero la industria no pudo repetir la performance de agosto, cuando trabajó a máxima potencia después de la retracción de julio por los problemas de abastecimiento energético. El mes pasado se fabricaron 49.875 vehículos, 6,8 por ciento menos que el mes anterior y 12,7 por ciento por encima de septiembre del año pasado. Esa suba interanual es la más chica en lo que va del 2006, lo que impactará en un menor crecimiento del Estimador Mensual Industrial (EMI) que elabora el Indec con los datos de todas las industrias. En ese índice, el rubro automotor tiene una importante incidencia.

El hecho de que el incremento interanual haya sido menos impactante que en meses anteriores se debe a que ya en septiembre del año pasado la industria automotriz empezó con niveles de producción elevados, superiores a las 40.000 unidades. En lo que va del año, la fabricación llegó a 379.255 unidades, 25,7 por ciento por arriba de igual lapso de 2006. Las terminales prevén que la producción rozará las 550.000 unidades en todo 2007, lo que también sería un record histórico.

Desde Brasilia, adonde se reunió con empresarios, Cristina Fernández aseguró que los problemas energéticos no afectaron la producción. “Ninguna automotriz se vio impedida de fabricar un auto o una caja de cambios por cuestiones energéticas”, sostuvo. En ese contexto, dos automotrices, DaimlerChrysler y PSA Peugeot Citroën, implementaron a partir de esta semana un tercer turno para elevar el nivel de producción, una decisión que, aseguran en el sector, será emulada por el resto de las firmas.