El Gobierno acordó ayer por la noche con los representantes del sector lácteo retrotraer los precios del litro de leche a la salida de tambo al valor de noviembre. De este modo, el productor recibirá cerca de 83 centavos, en lugar de los 78 que había anunciado el ministro de Economía, Martín Lousteau, hace un par de semanas. Además, el valor de corte para la tonelada de leche en polvo exportada subirá de 2650 a 2770 dólares. A cambio, la industria se compromete a mantener estables los precios al consumidor. El acuerdo se cerrará hoy por la mañana en el Ministerio de Economía, aunque es posible que las partes terminen firmando en la Casa Rosada frente a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

La negociación estuvo a cargo del secretario de Agricultura, Javier De Urquiza, quien ayer logró reunir en la sede de su cartera a representantes de la industria, los tambos y a los ministros de Producción de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Entre Ríos. El resultado del encuentro, que se extendió desde el mediodía hasta cerca de las 21, opacó la gira que también ayer emprendió el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, por Santa Fe, para tratar de convencer a los productores sobre la necesidad de aceptar un precio máximo a la salida del tambo.

De Urquiza y Moreno venían pulseando desde hace varias semanas para ver quién se posicionaba como interlocutor frente al sector lácteo, pero lo de ayer alcanzó ribetes insólitos, pues mientras en Agricultura analizaban eliminar el precio máximo para los tamberos, Moreno defendía la medida ante cientos de productores convocados en distintas industrias del interior. Su road show comenzó a las 7.30 ante 100 tamberos reunidos en la fábrica de Milkaut, ubicada en la localidad santafesina de Franck. Un productor relató a Página/12 que lo primero que hizo Moreno cuando llegó fue pedirles a los presentes que anotaran sus nombres y direcciones en un papel para poder identificarlos. “Dijo que era para conocernos, pero fue una clara intimidación”, señaló la fuente que pidió no ser mencionada.

El momento de mayor tensión se vivió cuando llegó el turno de las preguntas. Un productor quiso exponer su posición sobre el sector cuando fue cortado en seco por el secretario:

–“Dale, dale, preguntá que no vine acá para escuchar sugerencias. ¿Cuál es la pregunta?”, –señaló.

–“Quería saber si usted alguna vez visitó un tambo” –lo chicaneó el tambero.

–“A mí lo que me interesa es el precio a la salida del tambo. Andá a Buenos Aires y preguntale a De Urquiza si conoce un tambo” –le respondió Moreno.

En ese momento, varios de los productores se retiraron del lugar dando por terminado el encuentro. Moreno no se amilanó y siguió su gira por las fábricas de Nestlé y SanCor, pero los resultados no fueron mejores.

Mientras tanto, en Buenos Aires las negociaciones avanzaban para tratar de cerrar un acuerdo que también sirviera para quitarle poder al secretario de Comercio. De hecho, uno de los puntos que logró rápido consenso fue aquel donde se reconoce como único ámbito de negociación sectorial al Grupo Lácteo, que integran la Secretaría de Agricultura, los productores, la industria y, desde ayer, representantes de las cinco provincias presentes. “La intención es que Moreno se integre a este espacio o se corra porque el Gobierno no puede sostener en el mediano plazo una situación esquizofrénica como la actual”, señaló a Página/12 una fuente que ayer participó de las discusiones en la Secretaría.

A las seis de la tarde parecía que el acuerdo estaba cerrado. Finalmente se demoró porque el texto decía que el precio de corte para exportación sería de 2770 dólares, equivalente a 0,78 pesos el litro de leche a la salida de fábrica, pero los productores no querían que se les impusiera ningún precio de referencia, ni siquiera de manera indirecta. Cuando se quitó esa cifra, se terminó acordando. Ahora sólo resta esperar que no haya sorpresas y se cumplan las formalidades del caso. Luego será el turno de analizar la letra chica del convenio.