ECONOMíA › MEDIDAS DE EMERGENCIA DESPUES DEL CACHETAZO DEL FMI A LAVAGNA
Plan Control para salvar el honor
Más control al movimiento de capitales y al mercado de cambios es la respuesta que a lo largo de este mes dará el Gobierno ante el rechazo del FMI a firmar un acuerdo con Eduardo Duhalde. Roberto Lavagna no puede cerrar un programa de mediano plazo con el Fondo, entonces se buscan mecanismos defensivos para evitar una corrida especulativa contra el peso.
Por Claudio Zlotnik
Negociación con los exportadores de petróleo para que traigan más dólares al país. Disminución de 500.000 a 200.000 dólares en la obligación de liquidación de divisas en la ventanilla del Banco Central por parte de los exportadores. Prohibir el giro al exterior de dólares de las entidades financieras. Limitar la compra de acciones en la plaza local que se venden luego en Wall Steet, para cerrar esa vía de fuga de divisas. Esta es la batería de medidas que el Gobierno tiene preparada para este mes para sobrellevar la nueva humillación que aplicó el Fondo Monetario a Roberto Lavagna. Esa estrategia defensiva tiene como objetivo fortalecer el único dique que le queda al golpeado ministro de Economía: las reservas. Con esas iniciativas busca intensificar el control de capitales y de cambio para enfrentar lo que, estiman en el Casa Rosada, serán meses difíciles ante la intransigencia del Fondo con Argentina. Con más dólares en el Banco Central, al menos, Lavagna estima que podrá seguir en la tortuosa negociación con el FMI.
En el ala política del Gobierno temen que el cachetazo del Fondo en la cara de Lavagna deje a la economía todavía más vulnerable a los ataques especulativos. Y que ello se traduzca en una nueva disparada del dólar. Si bien la moneda estadounidense se estabilizó en torno de los 3,65 pesos, en las filas del oficialismo sospechan que, sin el acuerdo, cualquier chispazo puede volver a complicar la actual situación de calma en el mercado. Otra brusca suba del dólar podría convertirse en un golpe de nocaut para un gobierno que sólo ganó un poco de oxígeno cuando se detuvo el rally alcista del dólar.
Las iniciativas que circulan en los despachos oficiales apuntan a desincentivar una eventual corrida contra el peso. “El Fondo nos dejó en el peor de los mundos. Ni siquiera nos dio aire para los próximos seis meses: nos obliga a negociar la reprogramación de los vencimientos de la deuda mes a mes, en una relación desgastante. Así, corremos el riesgo de que una chispa –como pudo haber sido el fallo para restituir el recorte salarial a los agentes públicos– provoque un gran incendio. No podemos quedar en manos de los especuladores”, argumentó una alta fuente oficial, en diálogo con este diario. Este razonamiento fue el eje para diagramar la estrategia defensiva, que se compone de las siguientes iniciativas.
- Disminuir de 500.000 a 200.000 dólares el mínimo a partir del cual los exportadores están obligados a liquidar sus dólares en el Central. El Gobierno se quiere asegurar que los dólares que provengan de las ventas no quede en manos de otros operadores, y pasen a engrosar las reservas. Según comentan los funcionarios, esta imposición, que se tornó cada vez más importante desde comienzos de año, tuvo buenos resultados en la estabilización del tipo de cambio.
- Negociación con las petroleras para que traigan parte de los 4000 millones de dólares que tienen depositados en el exterior como parte de sus exportaciones. Legalmente, por un decreto de 1989, esas empresas están habilitadas para dejar afuera hasta el 70 por ciento de sus ventas externas. Pero ahora el Gobierno quiere bajar ese techo. Las compañías mineras también se encuentran en la mira de los funcionarios ya que operan con similar beneficio.
- Impedir el giro de divisas por parte de los bancos. Esta es una respuesta a la intención de un grupo de entidades financieras extranjeras de mandar dólares a filiales del exterior, bajo el formato de pago de deudas con sus casas matrices. “No vamos a avalar esta fuga de capitales. Si los bancos tienen dólares, que los devuelvan a los ahorristas”, señaló la fuente del Gabinete.
- Por último, se piensa en ponerle límite a la adquisición de acciones en la Bolsa que luego se revenden en Nueva York. Según los funcionarios, este mecanismo sirve para fugar dólares desde la Argentina. Para el Gobierno, el principal escollo para poner en práctica estas medidas será quebrar la resistencia del Fondo Monetario, siempre renuente a aplicar control de cambios. O bien cortarse solo. Por ahora, ni la Casa Rosada ni el Palacio de Hacienda dieron muestras que estar en vías de romper con Washington. Todo lo contrario. Roberto Lavagna y Guillermo Nielsen (secretario de Finanzas) enviaron cartas a los titulares de los bancos públicos reclamando un ajuste de las entidades, tal como lo está reclamando el organismo internacional. Además, el FMI volvió a pedir levantar las restricciones del corralito, dar un corte definitivo a los amparos y re-reprogramar los plazos fijos como condición para refinanciar los vencimientos de deuda de este año.
Por ahora, en Economía se negaron a dejar libres a las cuentas bancarias –alegan que de los 18.000 millones de pesos en las cuentas a la vista del sector privado, la mitad podría dirigirse al dólar en caso de agitación cambiaria– y a estirar los vencimientos de los “cedros”.
Sin el acuerdo, pese a las pruebas de amor ofrecidas a Hörst Köhler y Anne Krueger, en el Gobierno creen que llegó el momento de tomar medidas para defender, lo que suponen, son los activos ganados en los últimos meses, como la estabilidad del tipo de cambio y el aumento de los depósitos bancarios.