¿Qué pasa si a los días de mayor consumo de agua del año se le suma un calor insoportable que ronda los 40 grados y para colmo la planta potabilizadora que abastece a gran parte del área metropolitana tiene “inconvenientes en la toma de los filtros”? Para Aysa la respuesta es simple: baja presión en las canillas, turbiedad y falta de suministro de agua en algunos barrios del centro y norte de la Capital y en algunos distritos del norte del conurbano. Luego de su visita a la planta General San Martín, el ministro de Planificación, Julio De Vido, anunció que “entre hoy (por ayer) y mañana” se normalizará el suministro de agua potable. Sin embargo, Horacio Bersten, de la Unión de Usuarios y Consumidores, comentó a Página/12 que “en nuestro centro de atención han llegado y seguimos recibiendo, un aluvión de quejas por la falta de presión y falta de energía que lleva el agua a los tanques en los edificios”.

Más cauteloso que De Vido fue Carlos Ben, presidente de Aysa, quien sostuvo que “no quiere decir que el servicio está restablecido al 100 por ciento. Lo que se restableció son los puntos de distribución. Ahora cada red barrial se va a ir cargando y paulatinamente recuperará presión”. Pedro Busseti, presidente de la asociación de consumidores Deuco, comentó a Página/12 que “el problema va más allá de los cortes, que son graves. Se trata de algo estructural, que se deriva de 14 años de prestación de servicio por parte de Aguas Argentinas, y es la falta presión de agua que no se arregla sin inversión, que debe realizar el Estado”.

Las explicaciones por los cortes son confusas. Para Bersten “hay una intención de ocultar lo que pasa, nadie dice nada, la táctica parece consistir en hacer tiempo y esperar que esto se solucione”. Fuentes cercanas a la empresa consultadas por este diario, asociaron sin precisiones los problemas de suministro de agua con las deficiencias en la provisión del servicio de electricidad. Además comentaron, restándole importancia al asunto, que “si los cortes hubiesen sucedido con 25 o 28 grados, nadie se habría enterado” y que las altas temperaturas elevaron el consumo y no permitieron que se recupere el caudal de reservas que son necesarias para mejorar la presión del sistema. También agregaron que la existencia de inconvenientes dependió del tipo de instalación y de la ubicación del tanque de agua.

“Si el problema es la temperatura, qué va a pasar el lunes cuando vuelva a hacer mucho calor”, se preguntó Bersten. Según Aysa, los inconvenientes surgieron cuando una serie complicaciones técnicas con el sistema de caños de aire comprimido, que se utiliza para limpiar los filtros de las tomas de agua, “obligaron parar el filtrado, una parte importante de la potabilización, y en consecuencia hubo menor producción de agua para entregar a la red”, explicó Ben.

Durante la visita, De Vido hizo alusión a la construcción de la nueva planta depuradora en Paraná de las Palmas que “está en el presupuesto de este año y se la va a licitar en los próximos meses, con lo cual vamos a tener resuelto este problema”. Se estima que en el 2011 la planta incorporará 900 mil metros cúbicos diarios. Las inversiones que el Gobierno anuncia, con insistencia, ascienden a más de 17 mil millones de pesos. Al respecto, Busseti comentó que esos proyectos “son necesarios para revertir el déficit de presión y de cobertura cloacal, pero las obras se están demorando” y agregó que el “ente de control no funciona, hoy está muerto”.