A 28 días de que se cumpla un año del inicio del conflicto en el Indec, la crisis en el organismo sigue siendo tan intensa como entonces. Ayer fue desplazado otro de los trabajadores que declararon en la causa judicial contra el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y la interventora en el área de Precios al Consumidor, Beatriz Paglieri, por la supuesta manipulación del índice de inflación. Se trata de Luciano Belforte, quien durante más de cinco años fue jefe de la oficina de ingreso de datos del IPC. La comisión interna de ATE volvió a denunciar la “persecución” de los empleados que se resisten a “la alteración de los resultados estadísticos” y acusó a las autoridades del Instituto de tomar “represalias” contra ellos. Además reveló que Paglieri sigue al frente de la elaboración del índice de precios, pese a que se la nombró en otro cargo fuera del Indec.

Además de Belforte, la semana pasada quedó afuera del Indec el ex coordinador informático del IPC, Emilio Platzer. En su caso, el jefe de personal, Roberto Martínez, le informó que debía sumarse a otros 13 empleados del organismo que fueron asignados al Ministerio de Economía. Platzer también declaró en la causa contra Moreno y Paglieri. Ese conjunto de trabajadores no tiene funciones ni un lugar físico donde reportarse. Se encuentran literalmente en la terraza del Palacio de Hacienda, en el bar ubicado allí, esperando que algún funcionario les diga adónde trabajar. La mayoría de ellos también aportaron datos ante la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas, a cargo de Manuel Garrido, y fueron cobijados por Economía cuando Moreno los corrió del Indec. Sin embargo, nunca nadie les dio tareas para hacer.

Belforte se quejó de la Fiscalía por no interceder en su defensa. “Yo fui convocado a declarar en forma compulsiva por la Fiscalía en la causa Indec y ahora resulta que la Fiscalía no protege a los testigos que cita”, afirmó.

La comisión interna asegura que existe “una lista negra” dentro del Indec, en la que estarían incluidos trabajadores que participaron del conflicto por los cambios en las mediciones estadísticas. En el caso de Belforte, remarcaron que además existe persecución gremial, ya que es miembro de la junta de delegados de ATE. Otro funcionario que dejó el Indec en los últimos días, en este caso por decisión propia, fue Federico Dorin, alegando que era presionado por las autoridades del Instituto para sobreestimar el crecimiento de la economía. Dorin se desempeñaba como director de Cuentas de la Producción, Ocupación e Ingresos.

A la par de los desplazamientos, la comisión interna advirtió que en los últimos meses fueron contratadas cerca de 300 personas para reemplazar a quienes se suman a las protestas. Los trabajadores en conflicto preparan para el próximo lunes un abrazo simbólico a la sede del Indec, en coincidencia con la difusión de la inflación de diciembre. También harán una presentación judicial para denunciar “la política de despidos, represalias y desplazamientos que se implementa desde la dirección del Indec contra todos los que han participado en las denuncias de manipulación de las estadísticas públicas”, según puntualizaron ayer en un comunicado.

Marcela Almeida y Raúl Llaneza, delegados de ATE, advirtieron ayer que Paglieri sigue al frente del área que se encarga de medir la evolución de los precios. “Viene al Indec todos los días”, sostuvo Almeida a este diario. El dato contradice la versión oficial de que Paglieri ya no presta servicios en el organismo, luego de haber sido designada en una oficina que se encarga de la promoción del comercio exterior.

Paglieri responde directamente a Moreno, quien sigue ejerciendo el mando en el Indec. El ministro de Economía, Martín Lousteau, no confrontó con el funcionario en ese terreno, aunque demoró la implementación del nuevo índice de inflación, buscando darle mayor legitimidad.