La cadena automotriz se reunió ayer con el secretario de Industria, Fernando Fraguío, para comenzar a delinear un plan que permita un aumento de la participación de autopartes de origen nacional en los vehículos fabricados por las terminales radicadas en el país. El objetivo es alcanzar el 70 por ciento de producción de componentes local dentro de dos o tres años. Al término de la reunión, Fraguío señaló que espera tener preparado en un mes un conjunto de medidas destinadas a impulsar el desarrollo de ese sector.

Para que un auto sea considerado de fabricación nacional debe tener un 60 por ciento de autopartes regionales, que incluye tanto a Brasil como a Argentina. Actualmente, la balanza está inclinada del lado brasileño. Juan Cantarella, gerente general de la Asociación de Fabricantes de Componentes, indicó a Página/12 que durante el año pasado Argentina exportó partes por un total de 2200 millones de dólares, mientras que las importaciones fueron de 6000 millones. De ese total, el 40 por ciento provino de Brasil y el resto, de los países de las casas matrices de las automotrices. “Tenemos un déficit de 3800 millones de dólares. Lo bueno de la reunión de ayer es que todos los sectores involucrados estamos apostando a una solución”, resumió Cantarella.

Para cambiar el signo de ese intercambio, Industria está estudiando implementar líneas de apoyo a la inversión de largo plazo con tasas altamente competitivas. Como ya adelantó Página/12, otra de las medidas en carpeta apunta a cobrar un tributo sobre los autos de más de 140.000 pesos, con el objetivo de recaudar entre 80 y 100 millones de pesos para apuntalar la producción automotriz, otorgando créditos a la inversión a tasas subsidiadas.

Con un objetivo similar, las diez empresas asociadas a Adefa invertirán en el período 2007-2010 aproximadamente 3500 millones de dólares, de los cuales un 20 por ciento estaría destinado al desarrollo de autopartistas. Según explicaron a este diario fuentes de esa cámara, las terminales utilizarían esos recursos para incentivar la compra de nuevas maquinarias que ayuden a aumentar la producción de autopartes, sector que en 2007 facturó 5400 millones de dólares.

“Debemos incrementar la cantidad de componentes nacionales en los autos que se fabrican en Argentina e incluso, después que logremos eso, debemos exportar”, aseguró Fraguío, quien adelantó que la semana que viene se reunirá con un grupo más reducido de representantes industriales para continuar delineando lo que empresarios y gobierno llaman el Plan Motor. Este proyecto contendría una planificación trienal que permitiría aumentar el volumen y el contenido de la industria local.

El año pasado, la industria automotriz realizó 80 lanzamientos de unidades, entre nuevos modelos y versiones de ya existentes. Este año se calculan cien nuevos lanzamientos. Por ejemplo, el Citroën C4 cinco puertas y una nueva pick-up de Volkswagen. Renault también presentaría en el mercado un nuevo auto.

El sector automotor fabricó el año pasado 544.647 unidades, un 26 por ciento más que en 2006. Y la exportación fue de 316.410 vehículos, un 33,6 por ciento más que el año anterior. El director ejecutivo de Adefa, Fernando Rodríguez Canedo, indicó que espera llegar a una producción de 750.000 unidades, con un mayor porcentaje de componentes nacionales, para el 2010.