Mientras en el último mes se registraban subas cercanas al 10 por ciento en quesos para Capital Federal y Gran Buenos Aires, productores e industriales del sector lechero concurrieron ayer a una reunión convocada por el secretario de Comercio Interior. En un clima nuevamente convulsionado por reclamos de aumento del precio por parte de los productores, que justifican por el encarecimiento de sus insumos, Guillermo Moreno prometió encarar un seguimiento de los costos de cada fase del sector. Cuando tenga los resultados en la mano volverá a citarlos, buscando una solución que urge.

“Nos estamos perdiendo una oportunidad histórica porque los precios de la leche actualmente son elevados en el mercado externo y, sin embargo, el sector está siendo desplazado de la producción en nuestro país por otras actividades como la soja”, comentó a Página/12 Guillermo Draletti, presidente de la Unión General de Tamberos. La producción de leche decreció en 2007 cerca de un 10 por ciento, y en lo que va de 2008 no hay señales de que la tendencia cambie. Los productores sostienen que los precios de sus insumos aumentaron, particularmente el de los fertilizantes, que el pasado año subieron casi al triple, y agregan que, por lo tanto, para aumentar la oferta debería haber un ajuste en los valores de la leche también.

Los tamberos, por su parte, apuntan a fortalecer el acuerdo marco rubricado el pasado 28 de diciembre en el Ministerio de Economía. Allí se reafirmaba al Grupo Lácteo como el ámbito en el que se llevaría a cabo el seguimiento y análisis del sector, mediante la realización de reuniones periódicas entre los diferentes actores de la rama. Por otra parte, se estipulaba también el congelamiento del precio de una serie de productos derivados de la leche y se tomaba como un nuevo valor “aceptable” a los 83 centavos por litro de leche, que actualmente “no hace rentable al negocio” para los productores.

Uno de los puntos analizados ayer en la reunión fue “la necesidad de optimizar los controles en la cadena comercial de la leche”. Esto significa, en realidad, conocer los márgenes que obtiene cada una de las fases del sector lácteo, es decir, los productores, las industrias y los comercios para, de esta forma, apuntar al verdadero objetivo del Gobierno: controlar los aumentos de precios que recaen en el consumidor final.

Otra de las demandas de los tamberos hacia el Gobierno fue la toma de medidas estructurales que apunten a aumentar la oferta de leche en el largo plazo. En este sentido, se pidió la promulgación de una ley y la creación de un instituto de lechería que ayuden a promover al sector. Además, los productores exigieron la devolución de un fondo compensatorio, destinado a equilibrar el diferencial de precios internos y externos, que aún no les ha llegado. “Con esa compensación se podrían mejorar los precios finales de la leche”, sostuvo Draletti. Moreno prometió estudiar las demandas del sector, con el que se volverá a reunir en las próximas semanas.

Para abordar la problemática lechera, Comercio Interior corre contrarreloj ya que, según Adecua (asociación de consumidores y usuarios), se ha registrado en el último mes un aumento promedio de los quesos cercano al 10 por ciento en Capital y Gran Buenos Aires.