¿Aumentará el precio del pan en el corto plazo? La respuesta parece contundente en boca de los integrantes de la cadena de valor del pan y del trigo: no hay razones para que ocurra. El sistema de compensaciones implementado por la Oficina Nacional de Control Comercial parece ser la política que permitiría la estabilidad del sector. Los productores de trigo venden la tonelada en 370 pesos desde junio del año pasado y luego reciben una compensación hasta llegar al precio de mercado, cercano a los 700 pesos. Sin embargo, Carlos Garetto, vicepresidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), reconoció a Página/12 que existen en carpeta veinte mil pedidos para recibir compensaciones y que muchas veces el retraso para cobrarlas llega a los seis meses. Este podría ser uno de los factores que distorsionen la cadena de valor del pan, sumada a la marginalidad legal en la que trabajan muchos productores, panaderías y también molinos en todo el país.

Hasta la fecha, la Oncca otorgó compensaciones por un total de 1149 millones de pesos, de los cuales 273 millones fueron para los molinos de harina de trigo y 68 millones para los productores. En total suman 5031 compensados. “El precio de la harina no tendría por qué cambiar, por lo tanto los costos del pan no se ven modificados por la variación de la harina. Además, la incidencia del trigo en su precio es sólo del 15 por ciento. Hay otras variables que inciden en sus costos”, graficó Garetto.

Desde junio del año pasado, el precio del pan se sitúa entre 4,80 pesos y 5,20. A esto hay que sumarle el precio del “pan Moreno” (valor “sugerido” por el secretario de Comercio), fijado en 2,50 pesos el kilo, hoy muy difícil de conseguir.

“No hay aumentos en el pan porque las materias primas no subieron. Desde el año pasado se mantienen los mismos valores”, indicó a este medio Rubén Salvio, presidente de la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines. Desde la asociación Consumidores Libres informaron que hasta el momento no recibieron ninguna denuncia en relación a un posible aumento del pan. Aunque sí encontraron un incremento del 6,3 por ciento de la harina en varios supermercados.

Si para la industria molinera como para los panaderos las cosas están igual desde el año pasado, ¿por qué se habla de un posible aumento del pan? La marginalidad en la que trabajan muchas panaderías podría ser una respuesta. Así lo reconoció Salvio a Página/12: “Existen treinta mil panaderías en todo el país, de las cuales el 50 por ciento trabaja en negro. Puede ocurrir que estos establecimientos compren la harina al precio que paga todo el mercado y luego vendan el pan más caro”.

La informalidad también es un dato a tener en cuenta en la industria molinera. Existen 5031 compensados entre productores y molinos y veinte mil pedidos para nuevos subsidios, muchos de los cuales no calificarían por tener una situación de trabajo irregular. Si bien el presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera, Alberto España, aseguró que la marginalidad comenzó a desaparecer en 2006, todavía es un tema irresuelto. “Los que están en negro compran el trigo a 700 pesos sin recibir compensación. Luego venden la harina más cara”, indicó España.

Si bien todos los consultados por este medio estiman que el precio del pan no subirá, la marginalidad en las condiciones de trabajo de muchos molinos, productores y panaderías resulta un dato que no debe soslayarse cuando se piensa en la cadena de valor del pan.