Como era previsible, el anuncio del pago al Club de París tampoco conformó a los inversores. Las acciones cerraron con una imperceptible alza de 0,01 por ciento. Una medida reclamada hasta el hartazgo por banqueros y financistas, ahora parece una iniciativa de “escasa importancia” e “insuficiente” para renovar el optimismo del mercado. Ni siquiera los bonos lograron escapar a ese clima. El emitido en el canje Descuento cerró con una baja de 0,5 por ciento. En el segmento cambiario, la compra de dólares por los inversores volvió a caracterizar la jornada, lo que se notó en una nueva suba en el valor del billete al público, a 3,06 pesos. La suba respondió también a la ausencia del Banco Central en la plaza, mientras que las reservas quedaron en 47.010 millones de dólares.

“Nada conforma la voracidad del mercado. Si le concedés una, piden otra, y otra. Por eso algunos ven con malos ojos que la FED ayude a los bancos que especularon, bajando la tasa de interés”, reconoció a este diario el responsable de una mesa de operaciones. La euforia generada anteayer, minutos después de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunciara que se le pagaría al Club de París, se fue disipando entre dudas y especulaciones algo “enmarañadas”. El índice que mide el comportamiento de las empresas líderes casi no tuvo variación. El volumen de operaciones fue además reflejo de la apatía de los corredores, al negociarse apenas unos 31 millones de pesos en acciones.

Los títulos públicos tampoco tuvieron un buen día. Entre los papeles más transados se registraron recortes del Boden 2012, un 0,2 por ciento; del Boden 2014, 0,5; del Bogar 2018, 0,9; del Par en pesos, 0,7, y del cupón del PBI, 0,2. El volumen negociado rondó los 904 millones de pesos. Las especulaciones son de lo más variadas. “Algunos ven mal que el motivo último del pago sea conseguir financiamiento para el Tren Bala y otros consideran que la negativa a una misión del Fondo Monetario refleja que algo tienen que ocultar”, dijo a PáginaI12 un analista. Por su parte, el titular de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi, sostuvo que “es una excelente medida” y que “no importa cómo se haga”, en referencia al uso de las reservas. “Lo que vale es que la Argentina demostró voluntad de pago”, indicó Gabbi.

La volatilidad también se impuso en la plaza cambiaria. La cotización mayorista del dólar llegó hasta los 3,0475 pesos, para quedar finalmente en 3,04. “El retroceso final se debió a que el BC, que no había estado presente en el circuito, colocó ofertas de futuro a 3,04 y cambió el rumbo del mercado, haciendo caer al dólar más de un centavo en el último tramo de operaciones”, según el informe de ABC Mercado de Cambios. La demanda, en tanto, continuó estando conformada por bancos privados, empresas e inversores.

El desempeño de los mercados de referencia para la región tampoco ayudó a recrear un mejor clima de negocios. En Europa prevalecieron los signos negativos, con bajas de hasta 2,2 por ciento en Londres, mientras que en Nueva York el Dow Jones quedó apenas 0,1 arriba, aunque el Nasdaq bajó 0,7 por ciento. Los inversores siguen atentos a un posible enfriamiento de la economía mundial. “El ritmo de actividad económica ha sido lento en casi todos los distritos”, señaló ayer la Reserva Federal en su análisis sobre la marcha de la economía estadounidense.