Raúl Ochoa Economista

“Contagio por distintas vías”

“Esta crisis será larga y prolongada y la Argentina se contagiará de distintas maneras, como suele ocurrir con las economías emergentes. Un primer impacto lo sufrirá uno de los sectores más competitivos, como el agroindustrial, por una caída de la demanda y los precios internacionales. Este sector, que fue alentado por el viento de cola, pasará a soportar un viento de frente. Esto compromete el superávit fiscal que, ya con los valores actuales de los commodities, no puede sostener la meta comprometida en el Presupuesto. Esa restricción impacta, a su vez, en la política de subsidios, que será imposible mantener inalterable: habrá cambios para los sectores de energía y transporte. El empleo global dejó de crecer y posiblemente caiga. Sectores como el de la construcción están complicados por la falta de crédito y la merma de las inversiones extranjeras. Hasta el turismo, una actividad muy dinámica en los últimos años, se va a resentir, básicamente por una disminución del flujo de viajeros desde Europa. Tampoco hay buena perspectiva para las automotrices por los menores envíos a Brasil.”

Claudio Casparrino Economista UBA

“Mayor grado de autonomía”

“Durante los últimos años, la Argentina logró un mayor grado de autonomía para desarrollar su política económica. Si pensamos en el perfil financiero de la crisis, el país está en condiciones sólidas para enfrentar esta etapa. Probablemente, el impacto principal se dé por la caída de los precios internacionales de los commodities, pero como son bienes de poca elasticidad, el volumen de su demanda seguirá estable. En este contexto, y frente a una posible caída de la actividad en Brasil, habría que pensar en dos grandes políticas. Una que apunte a incrementar la capacidad de absorción del mercado interno e iniciativas para la distribución de la riqueza, para consolidar el consumo popular. Y otra sería continuar avanzando en los objetivos de integración socioeconómicos en la región. Todo esto sin dejar de lado la creación de herramientas financieras de estabilización y créditos para el desarrollo. Esta crisis ofrece una oportunidad para pensar políticas macro y de integración para la ampliación de las capacidades industriales, la generación de competitividad genuina a partir de los desarrollos en ciencia y tecnología.”

Marta Bekerman Investigadora del Conicet

“Hay que mirar a Brasil”

“El impacto de la crisis internacional sobre nuestra economía será distinto de lo que podría haber ocurrido en tiempos de la convertibilidad, donde los capitales de corto plazo eran predominantes. Sin embargo, debemos mirar atentamente los movimientos en Brasil. Si ellos sufren una recesión, seguramente la crisis nos golpeará. En este contexto, creo que el Gobierno debería utilizar su política cambiaria para ofrecer una mayor protección a las importaciones y una mejora de la calidad en las exportaciones. Básicamente, se debería insistir con la política de tener un tipo de cambio competitivo. La situación internacional es muy imprevisible, por lo tanto, no se puede decir que no se devaluará. El contexto hace que las decisiones de gobierno cambien todo el tiempo. Pero un tipo de cambio competitivo debería estar acompañado por un conjunto de políticas complementarias. La Argentina demostró que las retenciones sirven para evitar el impacto de los precios internacionales dentro del mercado interno, y esquivar así un mayor nivel de inflación. De todas maneras, la principal pelea es mantener el nivel de la economía real.”