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El ministro de Economía, Amado Boudou, reiteró su intención de lograr un acuerdo con el Club de París por los 7500 millones de dólares que la Argentina adeuda. Lo hizo ayer en declaraciones a la prensa, previamente a emprender su viaje a Pittsburgh, Estados Unidos, para participar de la reunión del G-20, donde se encontrará con varias autoridades de esos Estados acreedores. El funcionario aseguró que el Gobierno no aceptará “nada que vaya en contra” del país. El jueves tiene su parada más difícil, ya que se reunirá con la ministra francesa, Christine Lagarde. “Estamos retomando la senda para llegar a un acuerdo que sirva para arreglar el problema, pero que también le sirva a la Argentina”, agregó.

Boudou recordó que el pago que se anunció el año pasado al Club de París “fue antes de lo de Lehman Brothers”. “La verdad es que el mundo financiero se convirtió en una cosa muy distinta”, explicó. De todos modos, el titular del Palacio de Hacienda confirmó que la decisión del Gobierno es presentar un plan que permita “la vuelta a los mercados de crédito voluntario”. “Algunos pasos hemos dado, otros vamos a dar ahora. La reunión es en Estados Unidos; el mes entrante vamos a estar en Estambul (en la asamblea del FMI) y en París siguiendo con toda esta actividad”, detalló.

El funcionario reconoció que el objetivo es lograr una baja en las tasas de interés. “La tasa de financiamiento también incide en la economía privada, en la posibilidad de las empresas de conseguir mayores volúmenes de crédito”, apuntó. En ese sentido, dijo que se está trabajando para “restablecer la credibilidad” en el Indec, aunque el último dato de pobreza (ver página 11) volvió a ser controvertido.

En cuanto a los vencimientos de deuda, aseguró que se está “preparando el terreno del sector financiero para el año que viene”. “Como estamos viendo que el mundo está saliendo de a poquito, un poco más rápido de lo esperado, seguramente será un muy buen año para la Argentina”, proyectó. Por su parte, señaló que el descenso en el superávit de julio responde al dinero destinado por el Estado para “mantener el ritmo de crecimiento”, y remarcó que actualmente, por la crisis, “muchos países tienen déficit”.