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“Tenemos una comprensión completa de los objetivos y de la visión del presidente electo. Esperamos poder darle apoyo y, constructivamente, encontrar una forma de reconciliar esa visión (de Lula) con la realidad del día a día de los mercados.” Así, el titular del FMI, Hoerst Koehler, se presentó ayer en Brasil. Koehler se entrevistó con Fernando Henrique Cardoso y con el presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva. Fue muy medido en sus declaraciones, que en todo momento ratificaron el idilio que actualmente vive el Fondo con Brasil. Lula había efectuado días atrás declaraciones duras, advirtiendo que no aceptaría más ajustes del Fondo. Pero Koehler rehuyó cualquier conflicto. “El hecho de que él (por Lula) se preocupe con el lado social es muy bueno. Espero que me dé la oportunidad de escucharlo y de entender su visión, y decirle que el FMI quiere entender y trabajar con Brasil”, afirmó. “No tengo dudas de que Brasil tendrá un crecimiento económico suficiente para mejorar el nivel de vida de su pueblo. Y no debemos dudar en el FMI en ayudar a Brasil. Podemos liberar recursos para proyectos de educación y salud”, agregó. Brasil ya recibió en los últimos meses 3.000 millones de dólares y otros 24.000 millones le serían concedidos en caso de que el gobierno de Lula cumpliera con las metas fiscales asumidas por Cardoso. Sobre esas metas, Koehler dijo que se sentía feliz porque “Brasil está cumpliendo” y que Lula había ratificado el compromiso.