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“El Congreso aprobó una norma que abrió la ley cerrojo para permitir el canje de deuda. Sin embargo, hoy esta Cámara (por el miércoles pasado) va a tomar una decisión que va en sentido contrario. Estamos hablando de un instrumento que no es nuevo, ya se utilizó en 2005, cuando el ministro de Economía no era el actual (sino Roberto Lavagna). Acá primó la siguiente lógica: hay que estar en contra, somos la oposición, marquemos la cancha, votemos en contra, lo importante son los titulares de mañana.” Con estas palabras, Agustín Rossi resumió el debate donde se rechazó el decreto 1953/09, que dio inicio a los trámites administrativos para realizar la operación del canje ante el ente regulador de los Estados Unidos. Lo particular de la sesión fue que los diferentes bloques de la oposición votaron y argumentaron de una manera diferente a como lo habían hecho en noviembre del año pasado, cuando se discutió la apertura del canje. Así lo hicieron la UCR y el peronismo disidente, mientras que el PRO se abstuvo, cuando el año pasado había dado su visto bueno. Quienes mantuvieron su voto fueron los diputados del bloque Proyecto Sur, el SI y la Coalición Cívica, aunque con diferentes argumentos.

“El radicalismo está a favor del pago de la deuda. Pero nos oponemos a la falta de información. El desendeudamiento, surgido a partir de un decreto de necesidad y urgencia, es una manera de eludir al Congreso para que no tenga información”, aseveró el miércoles por la tarde Oscar Aguad, jefe del bloque de la UCR. En ocasión de la modificación de la ley cerrojo, Aguad había votado favorablemente.

En aquella oportunidad, el radicalismo incluso avaló la potestad del Poder Ejecutivo de llevar adelante el canje. “Compartimos la doctrina diseñada hace mucho tiempo de que el poder administrador es el que debe llevar adelante la negociación y es el Congreso quien debe fijar las pautas generales de esa negociación cuando se aprueba el presupuesto.” Esa fue la argumentación de Miguel Angel Giubergia (UCR).

Los peronistas disidentes también cambiaron de opinión. Francisco De Narváez, Graciela Camaño y Felipe Solá votaron el miércoles en contra cuando hace seis meses lo habían hecho a favor. “Lo que rechazamos es la forma con que el gobierno nacional trató en el Parlamento la cuestión de la deuda externa”, sintetizó Solá.

El debate que se dio anteayer en la Cámara baja nada tuvo que ver con el tema de fondo, que era el canje de deuda. La mayoría de los discursos fueron una puesta en escena de cara a las cámaras de televisión. “¿Qué es lo que tenemos que hacer, votar por lo que creemos que el país tiene que hacer o votar en contra del gobierno del que estamos absolutamente en contra? Realmente es un dilema”, lanzó Federico Pinedo (PRO). Su dilema lo resolvió a partir de un duro discurso y la abstención de todo su bloque.

Por otro lado, al igual que el año pasado, la Coalición Cívica, Proyecto Sur y SI votaron en contra. El primer bloque lo hizo por cuestiones de forma, mientras que el segundo lo hizo argumentando cuestiones ideológicas. Todo el debate –que fue considerado abstracto por la mayoría de los bloques, ya que se estaba discutiendo sobre algo que ya se está ejecutando– fue parte del sainete legislativo de los últimos meses. “La verdad que no supimos, no quisimos o no pudimos –me incluyo– salir de la lógica oficialismo-oposición”, concluyó Rossi.