Desde Nueva York

El sospechoso por el atentado frustrado de Times Square está todavía dando “información útil” a los investigadores federales, les aseguró ayer el fiscal general Eric Holder a los miembros del Congreso norteamericano.

Faisal Shahzad ha estado cooperando con datos desde que en la noche del lunes fuera detenido cuando iba a abordar un vuelo a Dubai, dos días después de que una Nissan Pathfinder causó una evacuación de urgencia en el corazón de Manhattan y desencadenó la más seria escalada de terror en América desde los ataques del 11 de septiembre.

“Continuaremos siguiendo un número de pistas a medida que obtengamos inteligencia referida a este intento de atentado”, les dijo Holder a los miembros de una comisión del Senado. Los legisladores cuestionaron por qué Shahzad, quien obtuvo su ciudadanía el año pasado, recibió las protecciones legales usuales. Entre ellas, la posibilidad de guardar silencio y de contar con un abogado.

El fiscal afirmó que las conversaciones con Shahzad estaban siendo exitosas e insistió en que “no hay prioridad mayor que desbaratar los ataques potenciales y llevar a los que complotan ante la Justicia”. El desastre fue evitado en la noche del 1º de mayo cuando un vendedor de remeras detectó que salía humo desde la camioneta Nissan y alertó a la policía.

En tanto, oficiales neoyorquinos revelaron que Shahzad había realizado un ensayo antes de llevar a la práctica el atentado real, que resultó fallido. Explicaron que el joven condujo el 28 de abril su Pathfinder a Times Square para investigar el área y decidir dónde estacionar el auto el día en que debería explotar. Dos días después, regresó a Nueva York en un vehículo diferente y estacionó cerca. Ese era su vehículo para la fuga.

Los investigadores se están enfocando en resolver si Shahzad estaba actuando solo o si recibía apoyo de grupos extranjeros para infligir nuevas heridas a Estados Unidos. Cuando fue bajado del avión en el aeropuerto John F. Kennedy se dirigía –vía Dubai– a Pakistán, su país de origen. La policía neoyorquina negó que exista evidencia para vincular el hecho con un grupo talibán en Pakistán. Sin embargo, el ministro del Interior de ese país, Rehman Malik, les dijo anoche a los periodistas de la agencia Reuters que no estaba convencido de que Shahzad haya actuado en solitario. “De acuerdo con la información disponible, él sostiene que actuó solo, pero yo no lo creo”, manifestó.

Por su parte, los talibán negaron en una declaración tener contacto con el hombre de 30 años. “No tenemos relación con él”, dijo el vocero Azam Tariq. “Nunca le impartimos ningún entrenamiento.”

Los Estados Unidos hicieron un pedido formal de asistencia a Islamabad. Funcionarios de Pakistán ya han sugerido la probable vinculación de Shahzad con Jaish-e-Mohammad, un grupo que combate a las fuerzas indias en Cachemira y que tiene lazos con Al Qaida y los talibán paquistaníes.

La aparición de Holder en el Capitolio estuvo prevista para disipar las críticas que cayeron sobre el Departamento de Justicia por la decisión de informarle a Shahzad sus derechos constitucionales como si fuera un ciudadano estadounidense. Algunas figuras prominentes del Congreso, incluido el senador Joe Lieberman, han insistido en que a los sospechosos de ataques terroristas deben negárseles esas garantías.

El presidente de las aerolíneas Emirates hizo frente a las acusaciones por no haber seguido correctamente los procedimientos de seguridad. “No somos una agencia de seguridad”, dijo Tim Clark. “Es demasiado que la administración de Barack Obama diga que es responsabilidad nuestra.” A lo que agregó: “Quizá los Estados Unidos necesitan reevaluar el flujo de información entre las diferentes autoridades y, también, revisar los controles de salidas”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12