ECONOMíA › MICHAEL MUSSA, EX FMI, AHORA PIDE AYUDA FINANCIERA PARA ARGENTINA
“Avances en la dirección correcta”
Argentina avanza en la dirección correcta y podría concluir las negociaciones para obtener un préstamo del FMI a fines de febrero o comienzos de marzo, pronosticó el viernes Michael Mussa, analista del Instituto de Economía Internacional y economista jefe del organismo financiero hasta mayo pasado, en una afirmación cuestionada por otros expertos. Aunque la dirección es correcta, “en el presupuesto aún necesitan verse algunas cosas, particularmente cómo van a hacer para enfrentar las goteras desde las provincias”, dijo Mussa en un foro sobre “¿Qué aguarda a Argentina?”, celebrado en el liberal Instituto Cato.
“La capacidad del gobierno para cumplir con sus promesas probablemente será manejada (por el FMI) a través de un préstamo con varios tramos, que no prevea grandes desembolsos de dinero de una vez sino en pequeñas cantidades, a medida que vayan cumpliendo” con las metas, anticipó.
El ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó, no obstante, que le gustaría “ver suposiciones más realistas” en el presupuesto, “aunque impliquen un mayor déficit”, que podría ser llenado por el Gobierno recurriendo a 3000 o 4000 millones de dólares de reservas o con asistencia financiera internacional.
“Creo que Argentina no puede tener éxito sin un apoyo significativo de la comunidad internacional. No necesitan sólo consejos: necesitan efectivo. Efectivo que pueda ayudar a financiar un déficit moderado, efectivo para ayudar a reflotar el sistema bancario, el oficial y el extranjero”, opinó. “El control del presupuesto, con un déficit modesto, junto a una libre flotación del peso, es en mi opinión la única salida para Argentina”, sintetizó.
Kurt Schuler, miembro del Comité Económico Conjunto de ambas cámaras del Congreso estadounidense, afirmó sin embargo que Argentina no debe recibir por ahora más dinero del FMI. “Dar dinero a Argentina ahora es como dar dinero a los bolcheviques después de la Revolución de Octubre”, indicó Schuler, señalando el temor de que las medidas adoptadas en el último mes por Buenos Aires “terminen en la nacionalización” de varias empresas privatizadas en la década pasada”.A menos que el Gobierno revierta la mayoría de las medidas adoptadas en el último mes”, no debe recibir dinero, sostuvo Schuler. “Si Argentina perjudica a los inversores extranjeros y a los propietarios extranjeros de los servicios públicos y los bancos, entonces no habrá apoyo” internacional, coincidió Mussa, agregando que Buenos Aires debe “tratar a los extranjeros de una manera responsable”.
Mussa auguró a la tercera economía latinoamericana tiempos más difíciles y señaló que hablar de la dolarización de la economía a una tasa de uno a uno en Argentina en diciembre pasado o actualmente “es una tontería”, ya que se necesitan unos 50.000 o 60.000 millones de dólares para la operación, y las reservas sólo llegan a unos 16.000 millones. “La única manera en que podemos tener una dolarización es luego de una hiperinflación”, señaló, explicando que técnicamente ésta se define por una inflación superior a 50 por ciento mensual durante seis meses.