“El tipo de cambio es un tema que el gobierno de Brasil sigue de cerca. Estamos listos para tomar nuevas medidas también para impedir esta apreciación cambiaria”, afirmó ayer el ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega. Las declaraciones fueron realizadas frente a empresarios en San Pablo cuando la cotización del dólar llegó a su valor más bajo en doce años, 1,53 reales. Las restricciones a la entrada de capitales y las compras de dólares por parte del Banco Central de Brasil no consiguen frenar la apreciación del tipo de cambio real que acumulaba a mediados de julio una caída del 15 por ciento en la comparación interanual. Por eso el gobierno estudia aplicar nuevas herramientas para frenar la caída del dólar.